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La acampada ilegal que revela la desprotección del islote Areoso

El Concello tiene indicios de que varias personas instalaron tiendas de campaña en el islote la noche del sábado

Litoral del islote Areoso, con la duna al fondo. // Noé Parga

Una nueva acampada ilegal en el islote Areoso ha puesto de manifiesto la necesidad de que se apliquen medidas de protección para este entorno natural que pertenece a A Illa de Arousa. Aunque se desconoce la identidad de las personas que acamparon, el Concello es conocedor de que dos o más personas se trasladaron el pasado sábado, en la tarde-noche, hasta el islote, saliendo en kayaks desde O Xufre.

Los mismos individuos fueron observados por varios testigos el domingo por la mañana en las proximidades de la duna, pero a los kayaks sumaban, al menos, una tienda de campaña montada. Los infractores tuvieron mucha suerte, ya que no fueron identificados y porque no los observaron ni los trabajadores del Servizo de Conservación da Natureza, ni los guardias rurales de la Cofradía de A Illa, ya que de haber sido así, tendrían que hacer frente a una importante sanción económica.

Esos datos se le comunicaron ayer al Concello y el regidor, Carlos Iglesias, lamentaba que continúen sucediendo este tipo de situaciones pese a toda la información que existe sobre Areoso en todos los muelles de la ría de Arousa.

"Está claro que lo ocurrido este fin de semana es anecdótico, pero es muy significativo de lo que llevamos alertando desde hace años, que el Areoso necesita ya un plan director en el que se fijen los usos, y sobre todo, las proyecciones sobre un espacio que está muy degradado y que debemos preservar", señala.

Aunque va a contactar con Medio Ambiente parea tratar de identificar a las personas que acamparon en el islote, Iglesias reconoce que "es prácticamente imposible saber quienes eran, no somos muy optimistas, pero sí creemos que este tipo de incidencias pueden evitarse si se incrementa la vigilancia sobre el islote, sobre todo, porque cada verano tenemos alguna situación similar, en la que una persona comete una auténtica barbaridad con un entorno muy delicado, en este caso, durante la etapa en la que anida la gavita, un ave en peligro de extinción".

Es precisamente en la vigilancia donde incide el regidor, ya que "es fundamental para proteger Areoso y otras zonas similares, con la sola presencia de los vigilantes ya se evitarían este tipo de situaciones, o al menos, podríamos identificar apropiadamente a los infractores".

Mientras no exista esa vigilancia "nos vamos a tener que habituar a que, de forma periódica, se registren agresiones contra este medio tan sensible como es el islote Areoso".

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