Una vez superada la campaña de pesca de centollo y buey de mar, que están en veda desde las cero horas del sábado pasado, es momento de retirar los miños de las embarcaciones y sustituirlos por las nasas que desde el lunes próximo van a encargarse de capturar nécora, camarón, pulpo y bogavante.
Las rías gallegas son como un gran huerto en el que se recogen todo tipo de frutas, verduras y hortalizas, alternándose las especies en función de la temporada del año de que se trate. En el caso del medio marino ahora es momento de permitir la reproducción de especies tan bien valoradas como el centollo. Pero a cambio, los agricultores del mar, es decir, los marineros, van a poder recolectar otros productos que tienen un enorme tirón comercial en temporada estival.
De ahí que la flota prepare esta semana sus aparejos, especialmente en el caso de la nasa de nécora y camarón, que están autorizadas para su manejo nada menos que 2.396 embarcaciones en toda la comunidad autónoma.
La mayoría (1.928) son naves censadas en las Rías Baixas, con 1.072 anotadas en Arousa, 334 en Muros-Noia, 301 en Vigo y 221 en la ría de Pontevedra.
No menos importante es el trabajo preparatorio para armadores y marineros que manejan la nasa del pulpo -muchos barcos disponen de permisos para ambos tipos de aparejo-, en este caso con 1.224 naves autorizadas en Galicia.
De ellas, más de la mitad pertenecen a las Rías Baixas, con 240 en Arousa, 167 en la ría de Vigo, 163 en la de Pontevedra y 105 en Muros-Noia.
A la espera de ver cómo puede haber afectado la presión ejercida por los furtivos sobre un recurso tan importante en Galicia como la nécora -Gardacostas decomisó 353 kilos en los cuatro primeros meses de veda-, cabe resaltar que acaba de superar su ciclo reproductivo. El principal periodo abarca desde enero hasta abril, que es cuando se alcanzan los registros máximos de hembras ovadas, si bien se observa igualmente otro a principios del verano, aunque de menor intensidad.
De ahí que entre enero y finales de junio la nécora esté en veda, largándose desde el 1 de julio las nasas que capturarán este preciado crustáceo y se emplean indistintamente para el camarón.
Suelen calarse de noche, permitiéndose a los naseiros trabajar desde dos horas antes del ocaso del domingo hasta dos horas después del orto del viernes, tanto dentro como fuera de las rías.
Eso sí, deben ser recogidas y trasladadas a puerto diariamente, una vez cumplido el horario de trabajo, aunque "en aquellas zonas donde no haya pulpo podrá autorizarse el calado diurno, desde dos horas antes del orto del lunes hasta dos horas después del ocaso del viernes.
La nasa de nécora y camarón puede ser cilíndrica o poliédrica, con una longitud máxima de 0,55 metros y una altura máxima de 0,35. La boca de entrada en su diámetro mayor tiene como máximo 160 milímetros.
Las naves tipo I y tipo II -menos de 2,49 toneladas de registro bruto- pueden disponer de un máximo de 50 nasas, y otras 50 por tripulante a bordo, hasta alcanzar la 150 en cada jornada de faena; mientras que las de tipo III, que son embarcaciones de entre 2,50 y 4,99 toneladas, pueden disponer de 100 nasas, con 50 más por marinero y día, hasta un máximo de 250 nasas.
Las restantes, a partir de cinco toneladas de registro, están autorizadas para emplear un tope de 150 nasas por embarcación, más 50 por cada tripulante enrolado a bordo y jornada de faena, hasta llegar a un máximo de 350 nasas.
