La constitución de la nueva corporación municipal de Vilagarcía de Arousa se oficializó ayer en una sesión extraordinaria sin sorpresas pero con gran expectación que se plasmó en un salón de plenos abarrotado de espectadores, entre los que se encontraban exalcaldes y exconcejales de varias etapas de la democracia. En este ambiente, el socialista Alberto Varela Paz revalidó el cargo de alcalde por otros cuatro años, en esta ocasión con la comodidad de contar con mayoría absoluta. A pesar del cambio, Varela hizo un guiño hacia el resto de los grupos de la oposición, ofreciendo diálogo, tras explicar que en la tarea de mejorar la ciudad y la vida de sus ciudadanos "todos somos necesarios".

El pleno extraordinario estaba convocado para las 12 horas, pero comenzó diez minutos después debido a la cantidad de gente que acudió a la sesión. Concejales e invitados eran conscientes de la trascendencia del evento y acudieron con sus mejores galas.

La secretaria municipal, Rosa Losada Suárez, abrió la sesión constituyendo la mesa de edad que estuvo formada por la concejala de mayor edad, la socialista Luz Abalo Pérez, y la más joven, la nacionalista Lucía César Veloso. Acto seguido fueron jurando o prometiendo su cargo cada uno de los concejales electos, con imposición de medallas, comenzando por el grupo mayoritario, el socialista. Todos los miembros de esta agrupación eligieron la fórmula "prometo" para acatar la Constitución Española.

En las filas del Partido Popular, el portavoz Alfonso González, Ana Granja y Yolanda Bóveda optaron por el juramento, en tanto que Miguel García y Roberto Domínguez prometieron acatar la Constitución.

Lucía César Veloso, del BNG, prometió velar por los intereses de los vecinos de Vilagarcía y del pueblo gallego y, por imperativo legal, acatar la Constitución.

La complicación llegó con la toma de posesión de Jesús López, de Vilagarcía en Común, quien llevaba escrito un discurso que empezaba prometiendo cumplir los compromisos adquiridos con los vecinos, para una sociedad justa y participativa, reconociendo como única soberanía la del pueblo, que le da la Constitución. Su compromiso resultó tan complejo para la secretaria municipal quien, a efectos de dejar claro en la grabación y en el acta de constitución del pleno, le pidió que volviera a repetir la declaración.

María de la O Fernández González, la representante de Marea da Vila prometió acatar la Constitución y ser la voz de los vecinos, en tanto que el concejal de Ciudadanos, David Oliveira Barreiro, juró lealtad a la Constitución Española y al Rey.

Ya con toda la corporación formada, la secretaria dio cuenta del arqueo extraordinario realizado en el último día del anterior mandato tanto del Concello como de la Fundación de Deportes, así como la relación de bienes municipales y sus valores.

Para la elección de alcalde se postularon todos los cabezas de lista de cada uno de los grupos representados en la corporación municipal, por lo que la secretaria ordenó el reparto de unas papeletas donde cada edil debía escribir el nombre de su candidato.

De forma ordenada, los miembros de la corporación fueron depositando en una urna sus papeletas, tras lo cual se procedió al recuento de votos. Prácticamente los cinco primeros proponían a Alfonso González Gallego como alcalde y a continuación fueron saliendo los 12 apoyos para el socialista Alberto Varela. María de la O Fernández tuvo un voto, en tanto que Jesús López, Lucía César y David Oliveira votaron en blanco.

La secretaria proclamó a Alberto Varela como alcalde, acto que se formalizó con la entrega del bastón de mando por parte de la concejala Luz Abalo. Varela prometió su cargo como presidente de la corporación municipal y comenzó a saludar uno por uno a todos los concejales.

Sorolla en la memoria

En su discurso, Alberto Varela recordó que en 1915 el artista Joaquín Sorolla recaló en la ciudad para pintar un cuadro que debía representar a toda Galicia, indicando que eligió Vilagarcía "por su hermoso horizonte" . Varela agregó que más de 100 años después, "Vilagarcía camina hoy por el horizonte que entonces se podía atisbar". Esta frase le ha servido para destacar lo mucho que se ha avanzado, y al mismo tiempo reconocer que queda mucho trabajo por hacer.

Varela manifestó que, a pesar de los cuatro años de experiencia en la Alcaldía, en su nueva toma de posición ha vuelto el síntoma de la enorme responsabilidad que se deriva de este acto.

"En la construcción de una ciudad como la nuestra, con todas las cualidades y potencialidades que tiene, todos somos necesarios, nadie sobra. Por eso quiero reiterar, aquí y ahora, algo que ya dije el mismo día 26. Es evidente que, con respecto a 2015, la correlación de fuerzas cambió, pero eso nada cambia la idea inicial: todos somos necesarios. Podemos discrepar, porque nadie está en posesión de la verdad, sobre las pequeñas y medianas cosas de cada día, el estado de las infraestructuras, el funcionamiento de los servicios, hasta el programa de fiestas. Pero esta ciudad tiene retos con mayúsculas para cuya solución no basta con que un solo grupo tenga más respaldo que los demás".

Entre estos grandes retos enumeró el nuevo centro de salud, el desdoblamiento de la carretera a Pontevedra, el saneamiento del litoral, la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal, y la intermodalidad en el transporte.