Son los grandes eventos que celebra la navegación tradicional, una suerte de competiciones en las que se muestra el saber de muchos marineros a la hora de manejar las velas. Cada verano permiten que vecinos de la comarca y visitantes puedan conocer la navegación tradicional. Sin embargo, las asociaciones que se dedican a la protección de una de las muestras etnográficas más importantes del litoral de Galicia se han encontrado este año con una compleja burocracia que está poniendo en riesgo la celebración de regatas en la ría de Arousa. Donde antes los colectivos tenían que aguardar unos días por los permisos necesarios, ahora el plazo de respuesta de las administraciones supera el mes y medio, lo que dificulta su planificación.

De hecho, el pasado fin de semana estaba prevista la celebración de una regata en Portonovo que tuvo que ser suspendida ya que los permisos no llegaron a tiempo, mientras que la emblemática Volta á Arousa, prevista para el próximo 22 de junio, va a tener que ser aplazada al ver como todos los permisos que se les exigen desde hace años se eternizan. Ese aplazamiento probablemente la acabe trasladando al próximo mes de agosto, época del año en la que el tiempo de luz solar es mucho menor y que puede convertir esta situación en más peligrosa para los participantes.

Desde los colectivos que defienden la navegación tradicional reconocen que siempre tratan de cumplir con todos los requisitos que marca la burocracia, pero se han encontrado este año con que ser han añadido nuevos requisitos, y lo que es peor, que la concesión de los mismos se eterniza en administraciones como Portos de Galicia, Costas del Estado o Capitanía Marítima. En lugar de simplificar los trámites, "cada vez se complican más", explicaban ayer, creando un nuevo "atranco" a una serie de colectivos a los que las administraciones solo ponen trabas en el camino pese a ser fundamentales para preservar parte de la historia marítima de Galicia. Sin estos colectivos probablemente ya no existirían embarcaciones como las dornas o los galeones, que comenzaron a desaparecer con la llegada del poliéster y del motor. La Escola de Navegación Tradicional de A Illa, uno de estos colectivos, se quejaba amargamente de esta situación en su perfil de Facebook, donde no entendían como colectivos dedicados a la preservación de la memoria histórica de un pueblo se les obliga a realizar papeleos y papeleos para celebra runa simple regata de dornas a vela, donde se acostumbran a guardar un buen número de medidas de seguridad (lasa regatas se suspenden con más de 13 nudos de viento, cuentan con varias lanchas de seguridad así como un barco bateeiro, etc). Es por ello que alertan de que las primeras regatas de la temporada no solo corren peligro de retrasarse, sino que también pueden dejar de celebrarse por estos motivos. "Semella que en lugar de merecer o respaldo da administración, molestamos, é algo incomprensible que se nos poñan tantos paus nas rodas", explicaban ayer desde este colectivo.

La ENT de A Illa es la encargada de organizar una de las pruebas de mayor simbolismo en la ría, la Volta á Arousa. La prueba, que estaba prevista para el día 22 de junio, será aplazada seguramente al mes de agosto. Se trata de una prueba en la que las dornas participantes tienen que rodear todo el litoral de A Illa, una travesía que puede durar entre tres y cuatro horas. Durante todo ese tiempo, los participantes pueden encontrarse todo tipo de condicionantes metereológicos, desde encalmadas hasta vientos potentes, todo ello en la misma travesía. Encontrasen las condiciones meteorológicas que encontrasen, lo cierto es que la navegación se desarrollaba siempre en condiciones de seguridad, con varias lanchas pendientes de las dornas y con todas ellas navegando muy próximas a la costa para que pudiesen acercarse a ella en caso de problemas.