La presidenta de la asociación de comerciantes Zona Aberta coincide con las inmobiliarias en que el precio de los alquileres comerciales ha descendido en los últimos años, pero advierte: "No lo suficiente". "Es difícil encontrar un bajo atractivo a un precio razonable. Y el arrendamiento supone un gasto mensual muy importante para el comerciante", considera Rocío Louzán.
Aunque haya decenas de bajos desocupados en la ciudad, ya no solo en el centro, sino también en otros puntos del municipio como por ejemplo la carretera a Carril, la responsable de Zona Aberta señala que "sí hay demanda" de locales. El problema es que un elevado porcentaje de negocios, tal y como llevan advirtiendo en reiteradas ocasiones desde UPTA, no logra permanecer más de un año en funcionamiento. Por tanto la actividad comercial fluctúa considerablemente en Vilagarcía entre aperturas y cierres.
Louzán aconseja a los propietarios que alquilen sus bajos aunque no sea al precio deseado. "Y cuanto más tiempo esté arrendado por el mismo establecimiento, más se revaloriza el local. Si hay aperturas y cierres constantes, el inmueble pierde valor", advierte la comerciante, que aboga por "adecuarse un poco más a la situación económica actual".
