El sector bateeiro gallego lleva años demostrando que es capaz de cerrar filas y luchar por su futuro. Lleva tiempo dejando patente que sabe y puede estructurarse, que tiene iniciativa y que está dispuesto a trabajar para lograr altos rendimientos a partir de la calidad, la innovación y la investigación. Pero, sobre todo, el sector lleva tiempo dejando claro que sabe hacer cosas sin necesidad de que otros las hagan por él.

La jornada sobre innovación y valorización del Mejillón de Galicia desplegada ayer es solo un ejemplo. Como lo es la reciente publicación de una guía de buenas prácticas a instancias del Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) para preservar el medio marino. Son dos pruebas de acciones de calado desplegadas por y para el sector. Y tan importantes son los mensajes que lanzan tales actividades y las conclusiones que en ellas se obtienen como el simple hecho de que partan de los propios bateeiros. Y es que ya no esperan a que alguien venga a decirles cómo deben hacer las cosas, sino que toman la riendas para ser ellos mismos quienes busquen y encuentren el mejor modo de hacerlas.