El furtivismo de bañador se ha convertido en uno de los problemas más importantes que deben afrontar las mariscadoras de A Illa. Conscientes de que si no le ponen freno pueden ver como sus principales bancos marisqueros acaban esquilmados, las mujeres trabajan ya en una serie de acciones para evitar que los bañistas vuelvan a convertirse en ese problema con el que lidian todos los veranos.

Una de las primeras medidas que van a adoptar pasa por la creación de grupos de vigilancia, que comenzarán a controlar los arenales por las tardes durante todo el verano. Lo harán con especial atención cuando la jornada de playa coincida con una "seca" importante, que es cuando se registran la mayor parte de los problemas con los denominados como furtivos de bañador. Esos grupos tratarán de controlar la mayor parte de los 82 arenales que rodean A Illa de Arousa para evitar que se pueda retirar el marisco. Las mujeres recorrerán todos los arenales en compañía de un vigilante de la Cofradía, al que recurrirán si es necesario sancionar a alguna de las personas que sorprendan.

Otro paso que se va a dar este año, en colaboración con el Concello de A Illa, es la instalación de paneles en las playas, unos paneles en los que se informará del daño económico que se puede provocar a las mariscadoras si los bañistas no respetan la prohibición de extraer el marisco. Esta instalación es novedosa y viene a reforzar una campaña que ya lanzaron las mariscadoras el pasado año y que contó con la colaboración de artistas como Carlos Blanco o José Antonio Touriñán entre otros.

Esos artistas dieron voz a las mujeres a través de una serie de vídeos que se han viralizado por las redes sociales, en los que se trata de concienciar a los visitantes del pequeño municipio arousano que el marisco no está ahí por casualidad, sino que son las mujeres, con su esfuerzo y su sudor, las que consiguen que las playas sean productivas, con siembras de moluscos, limpiezas de algas y muchas otras acciones que impiden su mortandad y favorecen que las playas sean productivas.

Maricarmen Dios Castro, representante de las mariscadoras de A Illa reconocía ayer que el problema "no está en la falta de información, sino que se encuentra en la falta de concienciación; la mayor parte de las personas sabe perfectamente que ese marisco no se puede extraer, pero lo hacen, es por ello que vamos a mantener esta campaña en redes sociales y a instalar carteles para tratar de disuadir al mayor número de personas posibles". A las que no consigan disuadir, se expondrán a una sanción económica por la extracción de marisco en las playas si son sorprendidos por los vigilantes de la Cofradía.

El pasado año, las mariscadoras de A Illa tuvieron que afrontar una verdadera cruzada contra muchos turistas, la mayor parte de ellos de zonas más próximas de lo esperado, para evitar que sus principales bancos marisqueros acabasen esquilmados.