El colegio público de Rubiáns, en el rural de Vilagarcía, inauguró ayer por todo lo alto su nueva biblioteca, que ha podido ampliar derribando el tabique de una sala anexa. La dirección del centro aprovechó la visita de la conselleira de Educación, Carmen Pomar, para trasladarle las principales demandas de la comunidad escolar, que consisten básicamente en la renovación de las maltrechas pistas deportivas y de los falsos techos de la biblioteca, con más de cuarenta años de antigüedad.
Con respecto a la instalación deportiva, es muy antigua, construida con un tipo de firme "abrasivo" que causa heridas a los alumnos cuando se caen en el pavimento, el cual está agrietado por las raíces de los árboles. Según señala la directora, Conchi Barreiro, la conselleira tomó nota de las reivindicaciones y se comprometió a estudiarlas.
Además de Carmen Pomar, también acudió al estreno de la nueva biblioteca escolar de Rubiáns el delegado de la Xunta, José Manuel Cores Tourís, el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares y los concejales vilagarcianos Argimiro Serén y Lino Mouriño, entre otros responsables políticos. Tampoco faltó a la cita una representación de la asociación de padres de alumnos del colegio.
La biblioteca es ahora más inclusiva y por tanto está adaptada a las "nuevas formas de trabajar", de modo que sea más accesible, sobre todo pensando en los escolares con necesidades educativas especiales.
El acto comenzó con unas palabras de la directora, Conchi Barreiro, quien dio las gracias al Concello por haberse encargado de la obra mediante el derribo del tabique y la pintura. No obstante en la decoración participaron activamente tanto los profesores como los niños, a los que Barreiro instó a disfrutar y también cuidar la biblioteca.
Como los miércoles se celebra en el centro una actividad de pandereta dentro del proyecto documental integral de este curso, centrado en conocer Galicia, seis niñas y un niño se animaron a tocar una pieza para deleite de los asistentes.
Tocaron dos canciones y recitaron un poema de Antón Fraguas, autor homenajeado este año por las Letras Galegas.
También hubo tiempo para una canción compuesta por los propios alumnos y el profesor de Música, que no pasó inadvertida para el público. Y como colofón, una función de títeres.
