Los vecinos de Catoira protagonizaron esta mañana una espectacular persecución cuando un joven natural de A Estrada robó un coche en la calle Estación. Su propietaria había bajado del vehículo para ir al estanco y lo dejó encendido.

Aprovechando el descuido el ladrón se subió al turismo y, "quemando rueda", según explican los testigos, se escapó del lugar. Pero cometió un error en su huida, pues se metió por una calle sin salida. Los vecinos que habían empezado a perseguirlo, tanto en coche como a pie, sabían que no tenía escapatoria y pensaron que todo acabaría allí.Una barricada

Decidieron taponar la calle por la que había entrado formando una barricada con un buen número de contenedores, con la esperanza de que quedara atrapado.

Pero el delincuente no estaba dispuesto a que le dieran caza y salió del lugar por donde había entrado, empotrando el coche contra los colectores de basura, continuando desde ahí su fuga a pie.

Eran ya medio centenar de vecinos los que lo buscaban. Algunos se fueron al entorno de las Torres do Oeste, y fue allí donde consiguieron localizar al hombre al que perseguían.Le tendieron una trampa

Un catoirense que participaba en la "operación" decidió tenderle una trampa. Dejó su coche encendido y con la puerta abierta, se apartó unos metros y fingió que era un turista despistado que estaba tomando fotografías.

Parece que el caco picó, ya que se acercó poco a poco. En ese instante el catoirense entabló conversación con él para tratar de acercarse lo máximo posible. Y cuando lo tuvo al lado se abalanzó sobre él, lo tumbó en el suelo y lo redujo, con ayuda de otros ciudadanos, hasta la llegada de la Guardia Civil.

Parece que el delincuente en cuestión portaba un cuchillo que, afortunadamente, no llegó a utilizar. Pero eso sí, pidió a los vecinos que no le dijeran a la Guardia Civil que llevaba encima esa arma, "porque si lo saben tendré problemas", explicó.