La piscina de olas de Meis triplicará la existente en Cerceda y con sus 2.000 metros cuadrados de superficie se convertirá en el principal reclamo del parque acuático promovido por la firma "Actionpark Waterscapes" que pretende inaugurarlo en la próxima primavera.

Los promotores han diseñado unas instalaciones modernas, en 70.000 m2, con capacidad para 7.000 usuarios al día por lo que el proyecto diseña los más atrevidos juegos, con toboganes a más de 15 metros de altura y con dimensiones superiores a los 25 metros de longitud, en el que las curvas y requiebros hacen que la aventura resulte especialmente vertiginosa.

Además de estos toboganes para adultos, la firma reserva espacios para enormes piscinas infantiles así como un parque seco con juegos adaptados a las distintas edades, pero sobre todo para cumplir con las expectativas en días que no acompañe el buen tiempo.

Y a ello hay que sumar un restaurante que permitirá a los usuarios disfrutar de una jornada completa en uno de los espacios rurales más espectaculares a crear en el valle de O Salnés.

El proyecto, planos incluidos, fue presentado oficialmente por el portavoz y socio de la empresa Aurelio González sobre los terrenos que dentro de "dos o tres semanas" serán excavados para la construcción de las piscinas y otros elementos que completarán este parque de la naturaleza.

"Va a ser el mayor parque acuático del noroeste de la Península", explica Aurelio González, contrariado por las trabas que en los últimos meses se pusieron al proyecto.

Y alega que va a dar empleo a unas 70 personas durante la temporada alta y diez puestos fijos, sobre todo para oficinas y mantenimiento, el resto de los meses del año.

"Es una inversión muy elevada, unos seis millones de euros -cinco millones más IVA-, y ya hemos invertido varios cientos de miles, de ellos 90.000 en permisos municipales", desglosó el portavoz del parque acuático quien no quiso desvelar otras cuentas "porque no tengo autorización para ofrecer datos económicos". De hecho ni siquiera reveló las ofertas que podrán disfrutar los clientes.

Otros representantes de la empresa sí mostraron otros elementos que confirman que el proyecto, además de ser viable, va a convertirse en una realidad después de años de conjeturas al respecto.

Así la primera visita concertada con los medios de comunicación se realizó a una finca privada a un kilómetro del futuro parque de Penente en la que desde hace algunas semanas se almacenan "ocho tráileres de piezas para los gigantescos toboganes que se instalarán en Meis una vez que concluya el diseño de las instalaciones".

"Hemos recurrido a la buena voluntad de los vecinos para guardar estas piezas que se encajarán en el parque acuático", explican.

En Valencia se construyen todas las demás partes. "Serán otros ocho o diez camiones tipo tráiler los necesarios para acercarlas hasta aquí", explican.