La patrona mayor de Vilanova, María José Vales, salió ayer al paso de los mariscadores a flote que están descontentos por la obligatoriedad de participar en las vigilancias de noche. La presidenta del pósito les replica que la decisión de que los "rañeiros" colaborasen con los vigilantes fue adoptada por los propios mariscadores en una asamblea. "La Cofradía lo único que está haciendo es hacer cumplir con los acuerdos aprobados en la asamblea de la agrupación de a flote, que es soberana", esgrime.

Los críticos se quejan de que la cofradía está sancionando económicamente a los mariscadores que no participan en las vigilancias de noche. Sobre esto, aducen que hay ocasiones en que tienen que trabajar después de pasar toda la noche en vela, y muestran dudas sobre que sea legal el hecho de enrolar a los mariscadores a una embarcación de vigilancia.

No obstante, María José Vales hace hincapié en que fue precisamente el sector el que tomó esas decisiones en una asamblea. Es más, la patrona mayor argumenta que la aplastante mayoría de socios de la agrupación se mostraron a favor de participar en las vigilancias, puesto que de lo contrario el gasto en esa materia se dispararía. "Igual los que protestan lo hacen porque no van a las reuniones", ironizó la patrona mayor.

Manifiesta que los "rañeiros" pueden enrolarse con total seguridad en tareas de vigilancia, y que si no están conformes con realizar ese trabajo en horario nocturno, "lo que tienen que hacer es dirigirse a la asamblea, y pedirle allí a sus compañeros que cambien de opinión. Pero es que para eso hay que ir a las asambleas y aportar su punto de vista", prosigue.

Es más, María José Vales arguye que el régimen y la cuantía de sanciones fue aprobado también por los mariscadores, de ahí que considere las quejas de los opositores fuera de lugar. "Para tener frutos, primero hay que sembrar, cuidar y vigilar lo que tienes", plantea. En este sentido, la patrona mayor de Vilanova que las vigilancias nocturnas de los mariscadores a flote ni siquiera es reciente. De hecho, la anterior directiva de la agrupación también llevó el asunto a asamblea, y también en esta se acordó vigilar por las noches.

Las boyas

Otro asunto por el que protestan los críticos es que, según ellos, los vigilantes son muy estrictos con las zonas de marisqueo, y a poco que los "rañeiros" traspasen la zona de boyas que delimitan su espacio y el de las mariscadoras a pie, ya los sancionan. Según ellos, los vigilantes no son tan rígidos con las mujeres que entran en la zona de a flote.

Sobre esto, María José Vales indicó que en efecto puede haber despistes durante el trabajo en zonas próximas a las boyas, pero negó con contundencia que los vigilantes sean más flexibles con las mariscadoras a pie. "En esta cofradía, al menos desde que estoy yo de patrona mayor, no hay dos varas de medir".