El centro de formación e investigación Bottlenose Dolphin Research Institute (BDRI), con sede en O Grove, alerta sobre la amenaza que supone el cambio climático para los grandes cetáceos. En concreto se refiere a "tres de las especies de ballenas en peligro de extinción en nuestro planeta, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, como son la ballena azul, el rorcual común y el rorcual norteño".

En el BDRI aseguran que "están seriamente amenazadas por el cambio climático en aguas españolas", y así lo hace constar en un informe científico presentado a nivel internacional en la revista especializada científica Ecological Indicators.

Entre las consecuencias inmediatas o efectos negativos que amenazan a dichas poblaciones están la modificación de sus rutas migratorias a causa de la disminución del alimento y el incremento de la temperatura del agua. Lógicamente esa escasez de alimento llevará parejo un incremento de la competencia entre las distintas especies, tanto de cetáceos como de peces y aves marinas.

Y tampoco hay que olvidar "la enorme presión pesquera, que podría causar un mayor impacto en la presencia de alimento para las ballenas y aumentar el riesgo de impacto de las embarcaciones con los cetáceos, que además pueden quedar atrapados en las redes de pesca".

Sobre todo ello reflexiona Bruno Díaz López, el biólogo ferrolano que dirige el BDRI, tras detallar que en los últimos años "la presencia de los animales más grandes del planeta en nuestras aguas sorprendió a los científicos y a la sociedad en general".

En el informe científico presentado en la revista aludida trata de explicar las razones que llevan a estos animales a visitar la costa española, además de definir los factores que amenazan su supervivencia.2016 y 2017

Las conclusiones ofrecidas son fruto de una labor de investigación desarrollada entre los años 2016 y 2017, con un total de 32 salidas al mar para estudiar la distribución de las ballenas a lo largo de 3.000?kilómetros, entre Fisterra y las islas Cíes.

De este modo los científicos y estudiantes del BDRI observaron un total de 54 ballenas de las tres especies antes citadas, constatando que "vienen a alimentarse en zonas próximas de la costa debido a la presencia de una especie de crustáceo de la orden Euphausiacea (Meganyctiphanes norvegica, que se concentra en determinadas zonas debido a los fenómenos de afloramiento costero y que se confirma como fuente principal de alimento de estas especies".

El BDRI observó que "el tamaño de los grupos de ballenas fue variable", avistándose tanto individuos solitarios como concentraciones de hasta doce ejemplares que se alimentaban en la misma zona. "Se pudo estudiar el comportamiento de las ballenas durante 19 horas y el 66% de los ejemplares se observaron alimentándose en la costa", matiza Bruno Díaz.

De igual manera aclara que "el uso de modelos aditivos generalizados nos permitió entender mejor qué tipo de variables oceanográficas, topográficas o antrópicas condicionan la presencia de las ballenas en la costa gallega, comprobando la clara relación existente entre los cambios oceanográficos inducidos por el afloramiento costero en determinadas zonas y la concentración de las mismas".Reducción de afloramiento costero

Lo que sucede es que "dichos factores están variando debido al cambio climático", de tal forma que la reducción del afloramiento costero o las alteraciones en la temperatura del agua "ponen en claro riesgo la supervivencia y migración de las ballenas en nuestras aguas".

El mismo informe puntualiza que durante el estudio fueron registradas 23 ballenas "gracias a la técnica conocida como fotoidentificación, lo que nos ha permitido confirmar sus desplazamientos desde las islas Azores hasta Galicia".

Creen en el centro de investigación asentado en O Grove que ese seguimiento, y sobre todo las conclusiones de carácter científico derivadas del mismo, "pueden resultar fundamentales para alertar a las Administraciones públicas y hacer que tomen decisiones que ayuden a paliar la amenaza del cambio climático".

Y es que "estos resultados científicos no hacen más que confirmar a través de la investigación que están justificadas las protestas de la sociedad contra la falta de medidas por parte de los gobiernos e instituciones para frenar el cambio climático descontrolado".Un problema ausente en los debates televisivos

En este sentido, el BDRI resalta incluso, y lo lamenta, que las posibles propuestas para plantar cara a esta amenaza global brillaron por su ausencia en los debates televisivos de los principales líderes políticos que se presentan a las elecciones del domingo.

Por eso Bruno Díaz y su equipo insisten ahora en que los dirigentes políticos "deben convertir en máxima prioridad la necesidad de controlar el cambio climático antes de que sea demasiado tarde, aunque parecen estar bastante lejos de la vida de los ciudadanos, preocupándose solo por ganar las próximas elecciones sin importarles la trascendencia de este asunto".