El conselleiro de Medio Rural, José González, se reunió en febrero con los responsables del Consello Regulador Rías Baixas para saber qué podía hacer por el sector. Y una de las demandas que le hicieron llegar fue la de que el Catastro tiene que ser más ágil a la hora de resolver los expedientes de modificación. González respondió que el Catastro depende del Ministerio de Hacienda, y que por lo tanto no está en sus manos solucionarlo.

No obstante, sí se habría comprometido con los viticultores a echarles una mano, según Julio Reboredo. "Dijo que la Xunta se encargaría de catastrar las fincas, y de pasarle posteriormente la cartografía correcta al Catastro para que ya la corrigiesen".

Según los afectados, el consejo regulador Rías Baixas sí habló hace dos años de esta problemática directamente con el Catastro, "pero no hicieron nada por dotar de más técnicos a la oficina" para resolver los expendientes de las zonas vitícolas. Crusat y Reboredo se quejan de que los fallos catastrales son especialmente lesivos para los viticultores porque están sujetos a cupos, algo que no sucede en el resto del sector agrario.