La "sangría" de alumnos en Educación Infantil ha mermado las aulas de Vilagarcía en casi 200 niños en los últimos cinco años. Y es que mientras que en 2013 estaban escolarizados en la etapa de 3 a 6 años 1.082 menores, el curso pasado solo eran 891. Este descenso de alumnado se tradujo en la eliminación de nueve unidades, pasando de 45 en 2013 a 36 en 2018, según los datos del Instituto Galego de Estadística (IGE).

A esta situación hay que sumar la unidad en 4º de Infantil que perderá el CEIP A Lomba el próximo curso debido al desplome de solicitudes presentadas en el periodo de admisión que finalizó el 20 de marzo. Y es que se inscribieron menos de una veintena de niños de 3 años, cuando serían necesarios más de 25 para mantener la doble línea.

La matrícula en Educación Infantil lleva varios años de caída, y esta evolución a la baja no es exclusiva de Vilagarcía, sino que se trata de una tendencia generalizada debido a las cada vez más bajas tasas de natalidad. Prueba de ello son los datos que esta semana se han hecho públicos sobre los perfiles de los hogares gallegos, donde repuntan los ocupados por una sola persona, los monoparentales con un menor y los de parejas sin hijos.

En la capital arousana nacieron en 2016 solo 264 bebés, lo que significa un 18% menos que en el ejercicio anterior, cuando se registraron 324 alumbramientos. De hecho el de 2016 es el número de nacimientos más bajo de las últimas dos décadas, pues para encontrar una cifra inferior hay que remontarse a 1998 (243 recién nacidos).

Los niños que nacieron en 2016 son los que empezarán en septiembre el colegio, en cuarto curso de Educación Infantil, por tanto las previsiones de matriculación no son nada halagüeñas. Según los datos aportados por los propios centros dos días antes del cierre del plazo de admisión, todos los CEIP del municipio sin excepción perderán escolares en el nivel de 3 años, mientras que las unitarias aguantan mejor el tipo.

En lo que se refiere a otras etapas educativas, Vilagarcía ganó en Primaria cinco unidades (de 81 en 2013 a 86 en 2018), en Bachillerato ordinario dos (de 20 a 22) y en FP cinco (de 24 a 29). En ESO perdió cinco, pasando de 54 a 49 en un periodo de cinco años.