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Los comuneros de San Tomé abogan por tener los caballos en una parcela cerrada

Francisco Casás propone habilitar un vallado en torno a la parte alta del monte Castrove y pasos canadienses -El ganado ha causado molestias en esta parroquia de Meis

Caballos mostrencos en el monte Castrove, en una imagen de archivo. // Iñaki Abella

El presidente de la comunidad de montes de San Tomé de Nogueira, Francisco Casás, se suma a las voces que apuestan por compatibilizar la presencia de caballos mostrencos en el monte Castrove con la protección de los cultivos agrícolas de los vecinos. Para él, el camino a seguir para que ambas actividades puedan convivir en paz es la creación de zonas acotadas con cierres para los equinos.

"Las sequías van a más, y eso provoca que haya menos pastos en la parte alta de las montañas. Los caballos bajan en busca de comida", explica Casás. Por ello, él cree que la solución pasaría por cerrar una parte extensa del monte, en torno a la cima, de modo que el ganado no pudiese bajar ni a las fincas ni a las carreteras, donde su presencia puede suponer un riesgo importante para la seguridad vial.

"Incluso se podría hacer un cubierto, para tener los caballos allí resguardados en épocas de sequía", prosigue Casás. Esto también facilitaría llevarles comida en los momentos más duros del verano.

Cada cierto tiempo, los caballos salvajes del monte Castrove provocan una oleada de quejas en los municipios de Meis situados en la falda de la sierra. Tanto es así que hace menos de dos semanas, la asociación de vecinos de Armenteira llevó a una asamblea la adopción de medidas para frenar los daños de los caballos.

Esta misma semana, han sido los residentes en la parroquia de San Tomé los que han expresado su malestar. Afirman que hay ocasiones en que bajan hasta una docena de cabezas a la pista que va de San Tomé a San Salvador, con el consiguiente riesgo para la circulación. Asimismo, aseguran que ha habido destrozos en cultivos. Para el presidente de los comuneros de San Tomé, no se trata de demonizar los caballos mostrencos, "porque hacen mucho bien en el monte", ya que se alimentan de la capa vegetal, reduciendo así la virulencia de un eventual incendio forestal.

Para Francisco Casás, una de las posibles soluciones pasaría por la creación de zonas acotadas para el ganado, y por habilitar pasos canadienses en algunos lugares, para permitir el paso de ciclistas y senderistas en ciertos puntos, sin que los caballos pasen a las zonas abiertas. Asimismo, el directivo de montes cita otro requisito para evitar que haya crispación y enfados entre vecinos.

La ley obliga a tener los caballos identificados con un chip, pero en la práctica hay muchos que no lo tienen. Y por si eso fuese poco, ha habido casos de daños que quedaron sin resarcir porque los ganaderos se escondieron. "Lo mínimo es que los dueños de los caballos se hagan cargo de los daños cuando se produzcan", espetó.

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