No habrá parque acuático en Meis el próximo verano. Los promotores de la puesta en marcha de este proyecto han decidido aplazar su apertura hasta el mes de abril de 2020. Los problemas encontrados para obtener la licencia han dilatado sobremanera el proyecto y los inversores y promotores de esta iniciativa no quieren arriesgar en una apertura precipitada que acabe dañando la imagen del parque acuático nada más abrir sus puertas.

"Estuvimos analizando la situación en la que nos encontramos y una apertura en el mes de junio es imposible y en julio bastante complicada; solo nos quedaba agosto, y abrir las puertas en pleno mes de agosto, con 3.000 personas en el parque acuático y con personal todavía en fase de formación podría convertirse en un auténtico caos, provocando un daño al proyecto difícilmente reparable en el futuro", explicaban ayer los promotores de la iniciativa.

El cambio de fecha de la apertura también va a permitir a los promotores tomar con más calma la obra, ya que dispondrán de casi un año para diseñar el parque acuático y formar adecuadamente al personal. Además, cualquier error organizativo que se pueda registrar en abril, puede estar solucionado en el mes de agosto, donde ya todo funcionaría correctamente. Lo que tienen muy claro es que el proyecto continúa adelante y que va a ser una realidad en el futuro.

Mientras, el Concello de Meis continúa a la espera de la respuesta que debe darle la Xunta sobre si es necesario o no un informe de impacto ambiental. El alcalde de Meis, José Luis Pérez, aseguraba ayer que estos informes "es muy probable que lleguen la próxima semana" y serán fundamentales para la concesión de licencia de actividad para un parque acuático que ha levantado muchas expectativas tanto en la comarca como en toda la provincia de Pontevedra.

No en vano, la propuesta de los promotores es la de crear el mayor parque acuático del Noroeste peninsular, con capacidad para unas 5.000 personas. Esas dimensiones permitirían la contratación de unos setenta trabajadores, cuyos currículos ya se han recogido en las dependencias municipales.

Además de la telaraña administrativa en la que ha caído el parque, el proyecto también se ha convertido en un arma arrojadiza entre los grupos políticos de Meis, al acusar la oposición al alcalde de "vender humo" con este proyecto. Desde los promotores se asegura que no forman parte de un farol de José Luis Pérez sino que son un proyecto serio que se va a instalar en Meis.