Los miembros del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) de Valga y el gobierno local, dirigido por el conservador José María Bello Maneiro, viven momentos de máxima tensión e incluso crispación.

Así queda patente, casi a diario, en las redes sociales, donde los profesionales del servicio de socorro acusan al alcalde de entorpecer su labor con el diseño del calendario laboral y reclaman "que seamos un mínimo de dos personas de guardia con turnos de 24 horas".

Después de que el BNG de Caldas denunciara que el GES actúa en precario, pues no pudo desplazarse para intervenir en una emergencia declarada en dicho municipio, el gobierno de Valga hizo público que a causa de bajas y permisos el GES estaba en cuadro, con jornadas en las que hay solo miembro de guardia. Aquello provocó la inmediata reacción de los trabajadores, quienes reclamaron unas condiciones de trabajo y un trato personal y profesional "dignos", acusando al ejecutivo local de llevar al colectivo a una situación de precariedad laboral.

Fue el 13 de marzo cuando el BNG de Caldas mostró su malestar al entender que los vecinos de esa localidad "nos encontramos en una situación de completa desprotección ante posibles emergencias, tal y como se pudo comprobar cuando el GES de Valga no pudo acudir a un accidente de tráfico por falta de personal, ya que, según denuncian miembros del propio GES, las guardias nocturnas las hace un solo operario".

Los nacionalistas hablaban así de "una situación de extrema gravedad, pues demuestra que la Xunta ha convertido la gestión de las emergencias en un reino de Taifas".

A lo que añadían que "las condiciones de este servicio no pueden depender del capricho o del pie con el que se levanta el alcalde de Valga, ya que es un servicio supramunicipal que atiende a más municipios".

En el BNG indicaban que "la seguridad y la protección ante las emergencias de los vecinos de toda la comarca no puede ser desmantelada ni desatendida de esta manera".

Aquello era solo el principio de un fuego que lejos de extinguirse parece propagarse cada día que pasa. Y más desde que el Concello de Valga divulgó un comunicado en el que hacía saber que había tres miembros del GES de baja laboral, dos de permiso por paternidad y enfermedad de un familiar, cuatro por asuntos propios, otro de vacaciones y uno realizando un curso, indicando que solo quedaba un integrante para realizar los turnos de guardia, de 22.00 a 6.00 horas, desde el día 18 al 24 y del 25 al 31 de este mes.

Inmediatamente, el día 18, el GES reaccionó en su perfil en Facebook para decir: "Es triste que tengamos que hacer uso de esta página para defender nuestros derechos básicos" y explicar la situación, ya que dicha página "fue creada para informar a los ciudadanos acerca de las emergencias y las labores que realizamos diariamente".

Acto seguido negaban que su proceder tenga motivaciones políticas y aseguraban que recurrir a las redes sociales para expresar su posición era "la única manera que tenemos de hacer ver lo que nos está pasando".

Y así, apelando a su derecho a la libertad de expresión, denunciaban los problemas derivados de una "deficiente" elaboración de su calendario laboral, de tal forma que "no sabemos qué horario vamos a tener hasta finales de semana", de tal forma que "cada viernes se nos dice si tenemos que trabajar la semana siguiente y qué tenemos que hacer, sin poder planificar nuestras vidas a causa de esta incertidumbre".

Además "nos cambian los horarios hasta tres veces en la misma semana", lo cual llevaba al GES a decir que sus integrantes son personas "con derecho a que se nos respete, como nosotros respetamos a los demás".

En contestación a lo publicado por el Concello, también en las redes sociales, sobre la disponibilidad de un solo operario de guardia, matizaban que esto se debe a que "desde la Alcaldía no quieren poner los turnos a 24 horas o buscar otra solución para corregirlo, a pesar de que llevábamos más de cuatro años con esos turnos de 24 horas y nunca hubo ningún problema".

Terminaban pidiendo al alcalde, como responsable de organizar el GES, que "piense en que nosotros también somos ciudadanos y no solo máquinas que trabajan; tenemos familia con la que estar y poder pasar días libres, como cualquier otro trabajador, por eso queremos desarrollar nuestra labor con unas condiciones mínimas y que se deje de jugar con nosotros".

Un par de días después el propio regidor intervenía, como hace habitualmente, en la emisora municipal Radio Valga. En base a lo dicho entonces, y tras reconocer "el mérito" del alcalde al conseguir un GES para Valga, "ya que fue bastante complicado", desde este grupo volvían a la carga para decir a Bello Maneiro que "si quiere tener un grupo de emergencias y tanto luchó por conseguirlo, como siempre nos recalca, hay que preguntarse por qué deja de mantenerlo en las debidas condiciones".

No satisfechos con esto, en el GES dejaban constancia de que "muchas de las cosas que dijo este señor (el alcalde) en la radio son puras mentiras, desde eso de que estar uno de guardia es legal hasta lo que aporta anualmente el Concello por nosotros doce, ya que se trata de 21.000 euros, pues la cantidad restante hasta llegar a los 270.000 que cuesta el servicio procede de la Xunta de Galicia y la Diputación de Pontevedra".

Tampoco es cierto, aseguran, "que no hagamos nada, pues demuestra que "lo único que le importa es si limpiamos aquí o allí, dándole igual todas las salidas de emergencias que tenemos".

De este modo el GES exigía "condiciones dignas de trabajo", y para ello insistía: "Queremos que se nos respete, que no se nos quite lo que es nuestro y que deje de manipularnos como si nosotros quisiéramos entrar en política porque nuestras vidas no le pertenecen".