Las deudas de los contribuyentes siguen estando al orden del día en Vilagarcía. Ejemplo de ello es que uno de cada cuatro vehículos empadronados en la ciudad no paga el impuesto de rodaje en el plazo establecido por el Ayuntamiento. Así, el 26% de los recibos del año pasado se tramitaron por la vía ejecutiva, es decir, una vez expirado el periodo de recaudación voluntaria. Esto se traduce en que de los 1,8 millones de euros que las arcas de Ravella preveían ingresar en 2018, solo recibieron 1,3 dentro de plazo. No obstante no significa que el Concello dejase de recaudar medio millón de euros, pues hubo recibos que consiguió cobrar a través de la vía ejecutiva (con los intereses de demora para el deudor que ello acarrea).
El lunes se abrió el plazo para abonar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) correspondiente al actual ejercicio de 2019. Los conductores disponen de dos meses para efectuar el abono del tributo, concretamente hasta el 20 de mayo. Para aquellos recibos que estén domiciliados, el cargo en la cuenta bancaria se hará el 2 de mayo. Los propietarios de vehículos sin recibo domiciliado deben acudir a las oficinas de Recaudación Municipal en horario de 9.00 a 14.00 horas para expedir la carta de pago que posteriormente tendrán que llevar al banco para hacer el ingreso.
Según los datos que maneja la administración municipal relativos a 2018, el padrón del impuesto de vehículos computa 24.282 recibos, de los cuales fueron cobrados en periodo voluntario 17.309, mientras que 6.379 se tramitaron por la vía ejecutiva. A estas dos cantidades hay que sumar 450 recibos relativos a pagos aplazados, propuestas de baja, etcétera.
Cifra récord de automóviles
Si echamos la vista atrás, en 2015 el padrón del IVTM se situaba en 23.146 recibos, es decir, que en un periodo de solo tres años el parque móvil de la ciudad experimentó un incremento espectacular, superior a los 1.100 vehículos (de todo tipo). Así las cosas, los 24.200 que circulan actualmente por las calles de Vilagarcía suponen una nueva cifra récord, la más elevada de la historia.
Aunque la crisis económica que estalló en el año 2008 provocó que muchos concesionarios tocasen fondo debido a la caída de las ventas de coches nuevos, las estadísticas del IGE relativas al parque móvil de la capital arousana y elaboradas en base a datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) evidencian un incremento paulatino del número de vehículos.
Durante los años de recesión, una buena parte de las familias no se podían permitir la compra de un automóvil nuevo, por lo que prolongaban la vida útil del que tenían en la medida de lo posible. Por tanto aunque bajasen las matriculaciones, también lo hacían los turismos que se enviaban la desguace.
Las ventas comenzaron a repuntar en Vilagarcía en 2015, con cerca de medio millar de coches nuevos. Al año siguiente se matricularon 552; en 2017, 628; y el año pasado 719. Por tanto esta tendencia al alza evidencia la recuperación del sector.
El actual gobierno de Vilagarcía intenta reducir el tráfico del transporte privado con programas como el Vaibús! (bono del transporte público) o el Vaibilke! (servicio de préstamo de bicicletas), además de apostar por un "modelo de ciudad" que otorgue más espacio para los peatones en detrimento de los colles. Ejemplo de ello son las peatonalizaciones de la Praza de Galicia y de la Praza de Independencia, actualmente en ejecución. Pero el trabajo en materia de movilidad es una carrera de fondo para las administraciones y todavía queda mucho por hacer para que los vilagarcianos puedan desplazarse con facilidad sin recurrir al vehículo privado. La estación intermodal que conjugue tren y autobús continúa siendo un anhelo y el transporte público comarcal (por carretera), otro.
