-¿Y en que se puede emplear el tiempo de ocio allí?

-En verano sin duda en lo que más se emplea el tiempo de ocio es en ir a la playa a bañarse, a tomar el sol o a hacer una buena barbacoa y para planes más relajados puedes ir al cine o de paseo. También hay bastante vida nocturna, aunque con un horario distinto al nuestro. En invierno sin embargo es algo más complicado encontrar algo que hacer ya que como bien dice éste es un país muy turístico y se apaga bastante en temporada baja, pero siempre se puede ir por la isla a intentar descubrir sitios que aún no conoces.

-¿Qué es lo que más echa de menos en Malta?

-Sinceramente la comida. No me refiero solo a los platos típicos de nuestra tierra si no también a la comida de calidad. Al ser una isla tan pequeña casi todo es importado y de toda esa importación gran parte son congelados. Es difícil encontrar frutas, carnes y verduras frescas a precios normales.

- Se supone que en plena era de la comunicación a los suyos los sentirá casi como en casa.

-La verdad es que con WhatsApp es como si los tuviese cerca y siempre estamos a un mensaje de distancia, aunque me parece que debería llamar más a menudo. Aún así se nota la distancia y aunque me pasase el día al teléfono con ellos para mi no sería lo mismo.

-Conociendo como conoce la manera de ser de los malteses, ¿qué costumbres se traería para la sociedad española?

-Sinceramente prefiero nuestras costumbres pero si tengo que llevar algo sería la calma maltesa. Parece que todo en la isla va a un ritmo relajado y sin estrés que no ves en otros lugares.

-¿Y de las costumbres españolas para Malta?

-Ya que de las maltesas solo escogí una con las nuestras haré lo mismo y esa costumbre sería las tapas. Se echa mucho de menos ir a tomarte una cerveza y que te pongan un pinchito de tortilla o unos cacahuetes aunque sea.

-¿Y de morriña como andamos tratándose de un carrilexo como usted?

-Eso nunca me abandona, la tierra siempre llama y muchas veces me encuentro pensando en mi querido Carril y en sus gentes, pero es natural y lo llevo bien, siempre fui muy casero y no existen kilómetros suficientes en este mundo para hacerme olvidar mi pueblo y a los míos.