José Ramón Abal insiste en que el Concello desconocía la potencial peligrosidad de esa zona, y recuerda al respecto que hace una semana se celebró allí mismo la fiesta final del desfile de carrozas. "Si hubiésemos detectado que allí había una zona de riesgo, ya la habríamos acordonado antes", manifiesta.

Además, sostiene a modo de ejemplo que ese día pasaron por allí más de 2.000 personas, sin que se registrase ningún incidente. El edil lamenta lo sucedido con la vecina que se cayó esta semana -y que reside en el barrio de Fefiñáns-, pero indica que este tipo de situaciones son más frecuentes de lo que parece en las calles con pavimento de adoquín o tacos de piedra, que son habituales en los conjuntos histórico-artísticos.

La herida esta semana se recupera de sus lesiones en el domicilio familiar, pero ayer mismo tuvo que regresar al Hospital, aquejada de un fuerte dolor en la zona torácica.