El auge de los patinetes eléctricos circulando por las calles de la comarca es una realidad que las administraciones todavía no han regulado. La única norma para los denominados vehículos de movilidad personal (VMP) es la "instrucción 16/V-124" emitida en 2016 por la Dirección General de Tráfico (DGT), la cual fija unos criterios para orientar a los municipios, aunque en ningún caso se trata de una normativa específica.

La Policía Local Vilagarcía se rige por esta instrucción, y en base a ella ya ha requisado varios patinetes eléctricos que ponían en riesgo la seguridad de los peatones. El caso más reciente ocurrió esta semana en el barrio de O Piñeiriño. Ayer por la mañana el vehículo seguía pendiente de entrega a su propietario. "Se lo devolvemos cuando se compromete a usar el aparato en zonas privadas, pues ahora mismo un patinete no puede circular por la vía pública", sentencia un agente de la Policía vilagarciana. "Se podría equiparar con una moto de cross, que tampoco se puede matricular. Podríamos decir que los patinetes están en un limbo legal", añade.

En Vilagarcía están a la espera de que probablemente en el próximo mes de abril el Estado elabore una normativa más concreta sobre estos vehículos que en opinión de este policía local, "se han convertido en motos eléctricas". "Algunos tienen manillar y sillín", agrega.

Los agentes no pueden multar a los conductores de estos patinetes por exceso de velocidad, pues para ello necesitarían una confirmación. "Los interceptamos cuando circulan de forma peligrosa por la vía pública", explica el agente.

No obstante, desde la Policía Local señalan que el decomiso de estos vehículos es algo "puntual, residual". Además del caso de O Piñeiriño, otro de los más recientes sucedió el verano pasado en San Roque, cuando el conductor de un patinete eléctrico (con sillín y manillar) atropelló a un repartidor que salía de un comercio. No hubo heridos y se procedió a la devolución del vehículo.

La instrucción estatal recoge que los patinetes no pueden circular por aceras y espacios reservados para peatones salvo que el municipio en cuestión regule lo contrario.