La directora de Augas de Galicia, Teresa Gutiérrez, contestó la semana pasada a una pregunta del BNG en el Parlamento gallego que en el embalse de A Baxe (Caldas), "nunca se detectó microcistina (toxina), sino microcystis (cianobacteria)". Pero Fernando Cobo plantea que esta afirmación es inexacta. De hecho, su departamento de investigación sí encontró la toxina en 2008. "Si la vimos una vez, ¿quién nos asegura que no apareció más?".

El Concello de Caldas y la Universidade de Santiago están pendientes de firmar un convenio para que la Universidad analice periódicamente el agua del servicio de abastecimiento, y tener así un doble control -el otro lo hace la empresa concesionaria-, que evite el paso de microcystis a la red.

Para Fernando Cobo, la Xunta está actuando un tanto a la ligera al negar los riesgos derivados de la presencia de la cianobacteria. "La microcystis es el organismo que produce la toxina, y va con el río, por lo que no se queda solo en el embalse de A Baxe. Y la producción de toxina no se puede predecir, puede darse en cualquier momento".

Por ello, considera que si se asume que hay en el río un organismo que puede producir en cualquier momento una toxina peligrosa tanto para el ser humano como para los animales, lo lógico sería "estar vigilante". "La afirmación de que hay o no hay toxina en el embalse o el río se podrá hacer cuando se hagan los análisis pertinentes", remacha.