La reconversión de la casa da cultura de O Esteiro en un Auditorio va camino de convertirse en una de las obras más polémicas y longevas de Vilanova. Si estuvo paraliza durante meses por la presencia de una línea de media tensión en el entorno primero, y por el conflicto entre la Diputación y la empresa, después. Ahora el problema está en que la firma elegida por sacar adelante la remodelación se ha visto obligada a realizar un Expediente de Regulación de Emprego (ERE) que le impide acometer la obra.

Esta nueva circunstancia era reconocida ayer por el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, aunque a diferencia de los problemas anteriores registrados con el Auditorio, el regidor no dudó en alabar el comportamiento de esta empresa, ya que "ella misma se encargó de buscar otra firma con capacidad para acometer la obra y eso nos ha evitado perder, de nuevo, un tiempo muy importante". De hecho, la nueva firma, que también se ocupa de la remodelación de la piscina de Cambados, ya ha comenzado a trabajar en el inmueble, acometiendo la dotación interior e instalando los acabados exteriores del edificio.

Las previsiones que maneja el Concello de Vilanova es que las obras finalicen el próximo mes de junio, lo que supondrá que la remodelación de la casa da cultura de O Esteiro, que debía estar finalizada antes del inicio de 2016, se acabará cuatro años después de que se iniciasen las obras, todo un récord para la construcción de un edificio público.