En O Salnés y Ullán hay dos polígonos industriales prácticamente vacíos, que son los de Baión (Vilanova), y Abalo (Catoira). Ambos tuvieron la mala fortuna de que quedaron terminados poco antes de que estallase la crisis, con lo que acabaron convertidos en eriales. Hoy, la estampa sigue siendo más o menos la misma, pero según varios alcaldes y empresarios consultados por FARO, la situación ya no se debe solo a que la crisis siga enquistada. En gran parte, creen que no se instalan nuevas empresas en ellos porque las parcelas son a su parecer excesivamente caras.

El alcalde de Catoira, Alberto García, afirma al respecto que "hay gente que sí que viene a preguntar por el polígono, pero al saber los precios se marchan asustados". Su homólogo de Vilanova, Gonzalo Durán, realiza un diagnóstico similar. "Hay empresarios que vienen a hablar con nosotros. Ese polígono le gusta a todo el mundo por sus buenas comunicaciones. Pero el problema es que deberían poner el suelo a precio de mercado, y ahora mismo no está".

Ambos regidores sostienen que la sociedad que gestiona ambos parques industriales, Suelo Empresarial del Atlántico (SEA) debería bajar los precios de los terrenos, para hacerlos más atractivos y fomentar la instalación de empresas. Coinciden con ese planteamiento el presidente de la Federación de Empresarios Comarca de Arousa (FECA), José Luis Vilanova, y Miguel Falcón, que es directivo de la Cámara de Comercio de Vigo, Pontevedra y Vilagarcía. Éste último afirmó que, "no podemos pagar por un terreno en el que se va a hacer una industria a precio de chalé adosado en primera línea de playa".

El gerente de SEA, Pablo Arangüena, señala por su parte que "tratamos de ofrecer los precios más competitivos posible", y que de hecho se están barajando diferentes medidas para aplicar durante el presente 2019 e incentivar con ellas la instalación de nuevos negocios. Pero por el momento están sin definir. En cualquier caso, Arangüena incide en que hay que ser muy cautos a la hora de hacer comparaciones con el Norte de Portugal, donde el suelo es mucho más barato, o incluso con los polígonos gallegos gestionados por Xestur, que depende de la Xunta de Galicia.

Preguntado por los recientes descuentos anunciados por esta sociedad autonómica, el gerente de SEA señala que "Xestur está siendo recapitalizada todos los años por la Xunta, pero nosotros no podemos hacer lo mismo porque somos una sociedad mercantil estatal que no puede incurrir en pérdidas".

Sobre Portugal, Pablo Arangüena manifiesta que, "es muy difícil competir con ellos en materia de precios, pero el coste del suelo industrial no es el único factor que influye en la decisión de las empresas de instalarse allí. El coste de la mano de obra también es más bajo, y los empresarios se encuentran con más facilidades para emprender un negocio y una mayor flexibilidad fiscal. Es una problemática integral".

Pero alcaldes y empresarios de O Salnés opinan que hay que abaratar el suelo cuanto antes. Alberto García, de Catoira, asegura que "siempre pedimos a SEA unos precios más competitivos, pero es una empresa de la administración excesivamente rígida". Él está convencido de que "deberían poner ese suelo a disposición de los concellos", y que la situación actual incluso genera permanentes quebraderos de cabeza al Ayuntamiento, que periódicamente está haciendo trabajos de limpieza o reparación en el parque, "que no nos corresponden, porque la competencia en el mantenimiento es de SEA".

Gonzalo Durán comparte muchos de los argumentos de su homólogo de Catoira. El alcalde de Vilanova, y presidente de la Mancomunidade do Salnés, señala que "el polígono de Baión está a tres kilómetros de la autopista y a cinco del Puerto de Vilagarcía. Por su situación, ese polígono tendría que estar lleno y dando empleo, y en cambio está vacío".

Añade que "después de la crisis, los precios del suelo bajaron muchísimo", y que incluso los bancos tasan los solares por debajo de la cotización de SEA cuando los emprendedores van a pedir financiación. "Lo que nos dicen hoy en día los empresarios es que un polígono que esté a más de 50 euros el metro cuadrado no es competitivo". Por ello, Gonzalo Durán aboga por abaratar los solares, o por cederlos a la Xunta, que tiene el 20 por ciento de las acciones de SEA. "A los concellos ya nos dijeron que no podía ser".

Finalmente, Miguel Falcón, que fue el último presidente de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, manifiesta que "el suelo industrial no debería pasar de los 25 o 30 euros el metro cuadrado en ningún sitio". Argumenta que "las industrias son los grandes motores de la riqueza, y sin ellas ni se generan puestos de trabajo ni la administración ingresa impuestos".

Por ello, está convencido de que hay que mimar mucho más a este sector, y que una de las medidas a adoptar cuanto antes es la de bajar el precio del suelo. "Ribadumia hizo un polígono industrial y vendía el metro a 3.500 pesetas de la época. Cambados hizo algo parecido, y sus polígonos se llenaron. En cambio, hoy en día sé de gente que busca 8.000 o 10.000 metros cuadrados y que no compra porque queda asustada por los precios".