Dos décadas después, administraciones como la Diputación también se han sumado al compostaje, atendiendo, sobre todo, a la imposibilidad de que los entornos urbanos pudiesen contar con un compostero. Para solucionarlo se crearon los composteros comunitarios, una apuesta en la que no podía faltar el Concello de A Illa. Pionero en la implantación del compostaje, también lo fue en su versión comunitaria, ya que fue de los primeros municipios que colocó un elemento de estas características, en este caso, en la zona de O Naval. En él arrojan unos 70 vecinos sus desperdicios orgánicos y una mestra composteira se encarga de supervisar su situación y que no cause problemas como malos olores o proliferación de ratas. El primer compost que se extrajo de la instalación comunitaria sirvió de excusa para la celebración de una gran fiesta, fiesta que volverá a repetirse cuando se ponga en marcha alguno de los que se han solicitado para diferentes partes del casco urbano isleño.