A los destrozos cometidos en el área lúdica de Peralto-Confín se suman los que se registran con frecuencia en el mobiliario de las calles, plazas y jardines de la localidad meca. También los registrados más recientemente, y no es la primera vez, en la caseta empleada por los socorristas en la playa de Area Grande, entre otros bienes públicos que están sufriendo desperfectos a lo largo y ancho de la localidad.

Es por ello que el alcalde, José Cacabelos, condena enérgicamente estos hechos y hace un llamamiento al conjunto de la sociedad para tratar de ponerles freno. A los autores de los destrozos les pide que dejen de causar daños, explicándoles que lo único que consiguen con su proceder es perjudicar al conjunto de la ciudadanía.

A los demás vecinos los anima a denunciar a cuantos cometen este tipo de atentados contra el patrimonio público.

"Necesitaríamos disponer de una cámara de vigilancia en cada espacio público para tratar de acabar con esto", proclama el alcalde, visiblemente molesto por lo sucedido.

Hay que recordar que también el conjunto escultórico de La Aldea Marinera, en Punta Moreiras, sufrió el ataque de los gamberros, quienes incluso decapitaron algunas de las piezas de piedra allí existentes.

Una acción vandálica también registrada en el Parque Forestal de A Toxa, así como en Siradella, en alguno de los observatorios de aves y en muchas de las esculturas repartidas por toda la península grovense.