Os Lombos do Ulla y algunos de los bancos marisqueros de la cofradía de Cabo de Cruz, junto con otros en A Pobra y Rianxo, pueden diferenciarse como los más conflictivos de la ría. Barraña, el río Coroño, Carragueiros, Ladeira do Chazo, Mañóns y A Torre son solo algunos de los lugares donde los furtivos actúan con más intensidad y donde, en ocasiones, se emplean con más dureza contra los guardapescas, siendo muchos los conflictos verbales y físicos que se registran durante todo el año. Pero en realidad el furtivismo es un problema que salpica a toda la ría, como se constata en O Sarrido, la ensenada de A Toxa, O Bao o Castelete, sobre todo en lo que se refiere al marisqueo. Aunque como se indicó en otras ocasiones también afecta a la pesca, de ahí que además de controlar los bancos productivos los guardapescas deban vigilar el manejo de todo tipo de aparejos.