Los Reyes no solo tienen el don de la ubicuidad, sino que gozan de infinidad de recursos para llegar a cualquier rincón, aunque sea cargados de regalos. Por eso ayer no dudaron en pasearse en tren por Valga, el primer municipio que visitaron. Pasaron la tarde a vueltas por las diferentes parroquias antes de completar la jornada con un multitudinario encuentro con niños y adultos en el Belén Artesanal.

Mientras esto sucedía Sus Majestades eran capaces de desfilar por Catoira y remontar el Ulla a bordo de las lanchas del colectivo de valeiros -los que se dedican a la pesca de lamprea en el río- para reunirse con sus más fervientes seguidores en Pontecesures. Ya en tierra fueron escoltados por un ejército de moteros vestidos de Papá Noel, entre ellos -también disfrazado- el alcalde de la localidad, Juan Manuel Vidal Seage.