"No se puede tener un guardia en cada cruce". Con estas palabras explicaba ayer el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, la próxima instalación de nueve cámaras de videovigilancia que el Concello ha contratado por la vía de urgencia. Estas cámaras, que en el futuro serán 25 distribuidas por todo el municipio, estarán ubicadas en los principales accesos a Vilanova en As Sinas, A Cerca y O Terrón, además de en plazas como las del consistorio y O Cabo, y su instalación supondrá un desembolso de 44.000 euros que aporta el Plan Concello de la Diputación.

Conectadas a un circuito cerrado de televisión, transmitirán en tiempo real lo que ocurre en las carreteras, permitiendo a los agentes intervenir en casos como "los atascos que el pasado verano se registraron en la salida de las playas de A Illa". Además, siempre bajo solicitud de la autoridad judicial, servirán también para "recabar datos y pistas sobre posibles delitos que se registren en el municipio".

Durán reconocía ayer que "somos un municipio con un índice delincuencial mínimo, por debajo de la media, pero creemos que la gente viva con tranquilidad en Vilanova y no tenga el riesgo de ser víctima de un delito, como ha pasado recientemente en varios establecimientos comerciales". La instalación de estas nueve cámaras se hará efectiva antes del verano y se espera que, en el plazo aproximado de un año, se instalen muchas más en otros puntos del Concello, como los cruces de la PO-531 en Baión o el polígono industrial de Tremoedo, donde ya se han registrado robos.