Terminado el presente año con buenas noticias, Eduardo Abad ya piensa en el trabajo que se avecina, y que no es otro que concretar una vieja aspiración de los autónomos: que la cotización a la Seguridad Social se haga en función de sus ingresos reales.

El presidente de UPTA explica que la propuesta de su organización pasa por crear tres categorías de trabajadores. En la primera estarían encuadrados aquellos con unos ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que tendrían una tarifa especial, más baja que la actual; los que ingresasen entre el SMI y 30.000 euros, que podrían escoger entre la cotización mínima y la máxima; y, finalmente, los que ganen más de 30.000 euros netos anuales, para los cuales aumentaría la cotización mínima.

"Es injusto que alguien con un pequeño negocio del rural haga el mismo esfuerzo que un notario con despacho en el centro de una ciudad, por poner un ejemplo. Lo que gana uno y otro no tiene nada que ver, de ahí que el que gana más tenga que hacer también un mayor esfuerzo con la Seguridad Social", sugiere el dirigente vilagarciano.

Eduardo Abad no cree que la subida del salario interprofesional dañe a los autónomos. "Las pequeñas empresas ya están pagando por encima del SMI. La precariedad está en la mediana y la gran empresa".