A raíz del asesinato de su hija Diana Quer, el empresario Juan Carlos Quer ha iniciado una titánica lucha social para que la voz de las familias de personas desaparecidas o víctimas de delitos violentos sean escuchadas en los despachos insonorizados y con aire acondicionado de los mandatarios políticos españoles. Con su empeño y liderazgo, ha conseguido situar en la agenda política el primer Estatuto de las Personas Desaparecidas -su propia hija Diana lo estuvo durante año y medio-, y encabezó un movimiento social en contra de la derogación de la prisión permanente revisable, que se intuía casi como inevitable e inminente tras la llegada a La Moncloa del Partido Socialista.

Hoy, ese debate se ha enfriado, gracias en buena parte a las más de tres millones de firmas, digitales y manuales, de españoles que se oponen a la revocación de la ley. Pero Juan Carlos Quer no baja la guardia. En el aniversario de la aparición del cuerpo sin vida de su hija mayor en un pozo de Rianxo, considera que las fuerzas políticas que han dado marcha atrás no lo han hecho por un planteamiento sincero, sino únicamente para no sufrir una sangría de votos. Preocupado, Quer advierte de que hay asesinos irrecuperables para la sociedad. "La maldad existe".

-Durante el último año ha abanderado la oposición ciudadana a la derogación de la prisión permanente revisable. ¿Está más tranquilo ahora que el PSOE ha enfriado su discurso en contra de este ley tras llegar al Gobierno?

-Me parece indigno, porque la protección de nuestros hijos y de la mujer tienen que estar al margen del debate político. Si Ciudadanos y el PSOE cambian ahora de posición es porque temen la pérdida de votos. Tragedias como la de mi hija Diana o la de Laura Luelmo están ocurriendo día tras día en nuestro país, y evidencian que los partidos políticos actúan en función de como soplan los vientos.

-Defiende la necesidad de mantener la prisión permanente revisable sin ningún atisbo de duda.

-Es un debate tan de sentido común que es indigno que desde los partidos se utilice esto para hacer política. Y lo hicieron en marzo, cuando las fuerzas progresistas abandonaron el Congreso, dejando allí a las víctimas. El 77 por ciento de los ciudadanos españoles no quieren que se derogue esta ley, con independencia de su ideología política. No estamos defendiendo la cadena perpetua, ni la pena de muerte. Pero lo que sí estamos defendiendo es que un asesino en serie o un violador no salgan a la calle sin plenas garantías de que no volverán a asesinar o a violar.

-¿Es insuficiente el cumplimiento íntegro de las condenas?

-El cumplimiento íntegro de las condenas no sirve con estos individuos, para empezar porque no se cumple. Les conceden el tercer grado porque en prisión se comportan como lo que son, unos cobardes, y porque al estar rodeados de hombres no sienten compulsión sexual. Además, los tienen aislados del resto de los presos. Pero son individuos incapaces de cumplir las reglas de convivencia social. El Chicle tenía antecedentes por violación, y doce meses después de matar a mi hija quiso meter en el maletero de su coche a otra chica. A Bernardo Montoya se le aplicó el tercer grado penitenciario solo con el aval de su buen comportamiento en la cárcel, pero después de matar a Laura Luelmo le pidió a la Guardia Civil que no le dejen salir nunca más, porque volvería a matar. María Luz Cortés tenía cinco años cuando pusieron en libertad al individuo que la mató, y que ya tenía antecedentes por abusos sexuales. ¿Quién vale más? ¿Vale más la vida de uno de estos individuos o la de una niña de cinco años?

-Sostiene que estos asesinos tienen buen comportamiento en prisión por su cobardía natural.

-Fui a ver al Chicle porque quería ver lo último que había visto mi hija, y lo tuve frente a mí, a metro y medio de distancia. Durante media hora no fue capaz de levantar la mirada ni una sola vez, y mucho menos de mostrar arrepentimiento. Son seres inhumanos, la naturaleza se equivocó con ellos. La maldad existe. La prisión permanente evita que estén en la calle asesinos imposibles de reinsertar. Cuando Bernardo Montoya le dice a la Guardia Civil que volverá a matar está contestando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando ayer (por el viernes) dijo que estaba defendiendo a la mujer. Si Pedro Sánchez defiende a la mujer, que sume, y que mantenga la prisión permanente revisable. Todo lo demás también es necesario, la prevención, la educación... Todo suma.

Bernardo Montoya y 'El Chicle': coincidencias de dos asesinos

Bernardo Montoya y 'El Chicle': coincidencias de dos asesinos

Bernardo Montoya y 'El Chicle': coincidencias de dos asesinos // ATLAS

-También se ha mostrado crítico con la posición del líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias.

-A mí no me mueve la venganza, y quien intente ver en nuestra campaña en favor de la prisión permanente revisable una motivación política estará tocando en hueso. A raíz de la primera sentencia de La Manada, Pablo Iglesias se puso detrás de la pancarta defendiendo una condena de 18 años por violación, cuando solo dos meses antes le parecían mucho 25 años de prisión para alguien que además de violar a una niña, la asesinó y la metió en un pozo como si fuese una bolsa de la basura.

-Sopesó en alguna ocasión trabajar por estos fines desde un partido político.

-Jamás he estado y jamás estaré en política, porque la afiliación de Diana Quer, de Laura Luelmo, de Marta del Castillo, de Gabriel Cruz no es otra que el sentido común.

-Durante este año se ha producido una eclosión de los actos de reivindicación de los derechos de las mujeres, como las huelgas femeninas de mayo. ¿Ha sido la muerte de su hija una de las semillas que han propiciado este nuevo ambiente social?

-La vida de mi hija Diana no es una página de sucesos, no es una estadística. La tragedia de Diana Quer tendrá sentido en la medida que ayude a evitar otras tragedias.

Emotivo recuerdo de la familia de Diana Quer en el segundo aniversario de su desaparición

Emotivo recuerdo de la familia de Diana Quer en el segundo aniversario de su desaparición

Emotivo recuerdo de la familia de Diana Quer en el segundo aniversario de su desaparición // ATLAS

-Están impulsando un Estatuto de la Persona Desaparecida. ¿Qué novedades legislativas introducirá el texto?

-En nuestro país, una persona desaparecida no tiene ningún derecho. No es un vivo, pero tampoco un muerto. Hay casos de personas desaparecidas que se archivan a los tres meses sin ningún tipo de ayuda para sus familias, que se quedan sin derecho a un abogado de oficio o a un psicólogo. Esperamos que a lo largo del año próximo emerja como proyecto de ley y dé visibilidad y derechos a tantas y tantas familias. Ese será el primer legado de Diana.

-Uno de los casos más mediáticos de personas desaparecidas es el de Marta del Castillo.

-Sería de sentido común que el asesino de Marta del Castillo no saliese de la cárcel hasta que diga con exactitud donde está la niña, para que su familia pueda enterrarla y descansar. La presunción de inocencia, en este país, deja a menudo desprotegidas a las víctimas. ¡Cuántos derechos tienen los detenidos y qué pocos las víctimas en este país!

-¿Es excesivamente garantista el sistema jurídico español?

-A la Guardia Civil le costó Dios y ayuda poder imputar a ese individuo (en alusión al asesino confeso de su hija, José Enrique Abuín Gey, el Chicle). Pongamos en valor el complejo trabajo que hizo la Guardia Civil a pesar de las dificultades de nuestro sistema legal. Lo digo por propia experiencia. Nosotros hemos tenido que llegar a la Audiencia Provincial para lograr que se emitiese un informe ampliatorio y de supervisión de las conclusiones de la autopsia. Ese informe complementario lo ha hecho el máximo responsable del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia) y evidencia la realidad de los hechos. Cuando ese individuo mete a una niña en el maletero del coche, atada con bridas, evidentemente no es para llevarla a misa.