A estas alturas en la ría ya toda la actividad extractiva se gestiona con la mirada puesta en las fiestas navideñas. También en el caso del marisqueo a pie y a flote, que en muchos casos reserva para esta época las mejores autorizaciones, tratando de satisfacer la creciente demanda de bivalvos y obtener un producto de alta calidad para lograr rendimientos altos.

En A Illa, por ejemplo, las mariscadoras de a pie -algunas con "forquilla"- comenzaron la actividad en las autorizaciones de O Bao -muy cerca del banco de libre marisqueo de O Bohído- la semana pasada, mientras que los rañeiros lo hicieron ayer.

Esta cofradía tiene autorizado un plan de explotación de bivalvos a flote en sus autorizaciones para 366 embarcaciones, con un máximo de tres tripulantes en cada una.

Ayer se subastaron en su lonja dos toneladas de almeja babosa, a un máximo de 23 euros; 648 kilos de fina, de 33 a 68 euros; y 727 kilos de japónica, entre 9,30 y 15 euros.