El Hospital Comarcal do Salnés ya fue pionero en Galicia en la coordinación con el centro de referencia para aplicar de forma rápida y eficaz un tratamiento que reduce las secuelas del ictus y que debe aplicarse en las primeras horas. Hoy los centros hospitalarios pequeños ya lo están aplicando. Ahora, la plantilla de urgencias de O Salnés, liderada por el médico Manuel Vázquez Lima, da un paso más y establece un protocolo de coordinación con el personal del PAC de Vilagarcía para acortar los tiempos de respuesta a los pacientes afectados por este accidente cerebrovascular, ya que de ello depende el éxito de la recuperación.

O Salnés será el primer centro hospitalario de Galicia en el desarrollo del protocolo de respuesta ante el ictus en el que intervienen de forma coordinada los profesionales de urgencias hospitalarias y de atención primaria. Para ello, se han llevado a cabo sesiones de trabajo la coordinación de Natividad Rodríguez Bouzada, por el servicio de urgencias del centro comarcal, y Elvira Sineiro, del centro médico vilagarciano. El nuevo sistema comenzará a funcionar a partir de enero.

El coordinador de urgencias, Manuel Vázquez Lima, manifestó que la idea es ir extendiendo el programa de atención al ictus, en otra etapa al PAC de Cambados y después al resto de los centros de atención primaria que dependen del Hospital do Salnés.

El modelo que comenzarán a utilizar los equipos sanitarios del Hospital y del PAC de Vilagarcía, está basado en el modelo Helsinki, porque fue en Finlandia donde se puso en marcha por primera vez debido a las largas distancias que debían recorrer con los pacientes hasta su llegada al hospital.

De este modo, los médicos del PAC dispondrán de un maletín de ictus, con todo el protocolo especializado y, en el momento de detectar un accidente cerebrovascular empezarán de inmediato con los controles de la tensión arterial, del resto de las constantes del paciente, le cogerán una vía para aplicarle suero y al mismo tiempo procederán a la extracción de sangre. También harán un preaviso al equipo de urgencias del Hospital do Salnés, que estará esperando al paciente para trasladarlo de inmediato al escaner donde se le realizará el TAC. Esta prueba, junto con las analíticas de sangre, determinará si al paciente se le puede aplicar la medicación que resuelve satisfactoriamente un buen porcentaje de los casos.

Este tratamiento se aplica bajo la supervisión de un neurólogo. De ahí, la importancia del sistema de teleasistencia entre el servicio de urgencias del Hospital do Salnés y el Complejo Hospitalario de Santiago, que es para estos casos el centro de referencia. En coordinación con el neurólogo del centro compostelano, se aplica el tratamiento para el posterior traslado del paciente a Santiago.

Este tipo de protocolos son de gran importancia en la atención de una buena parte de los ictus, debido a que la recuperación del paciente es exitosa si la medicación se aplica dentro de las cuatro horas y media de producirse el accidente cerebrovascular. Pero cuanto antes se administre, mejor será el restablecimiento del afectado.

Si ya fue importante el paso dado de coordinación telemática con el neurólogo del centro de referencia para poder aplicar en el Hospital Comarcal el tratamiento al paciente, adelantando así al menos una hora; el programa que se pondrá en marcha en Vilagarcía a partir de enero consigue reducir aún más los tiempos de espera. Esto permitirá al paciente afectado ganar en calidad de vida.

En los ejercicios de simulación realizados por los equipos sanitarios del centro hospitalario y de atención primaria, el tiempo de reacción hasta la llegada al escaner se redujo en 30 minutos; que son vitales para este tipo de casos.

La incidencia del ictus en la comarca de O Salnés es similar a la del resto de áreas de Galicia, ya que se producen casi 300 casos por cada 100.000 habitantes al año. En el centro hospitalario comarcal el año pasado se han visto unos 200 casos. Pero no todos son tratables con medicación, que no es efectiva si se produce una hemorragia cerebral. Con la respuesta rápida se ha llegado a tratar hasta el 20% de los pacientes y, con el nuevo protocolo se espera ampliar este porcentaje al 30% de los casos.