La Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas (Anfaco-Cecopesca) reiteró ayer la postura de la industria transformadora de mejillón hacia la demanda del Consello Regulador Mexillón de Galicia de que solo puedan lucir las referencias a Galicia los envases de conservas elaborados con producto certificado por la denominación de origen. Para Anfaco, se trata de una medida que haría mucho daño a las fábricas, y que además sería injusta.

Anfaco argumenta que el 95 por ciento del mejillón que transforman las conserveras gallegas es autóctono, pero que solo una parte del mismo puede tener la certificación de la denominación de origen porque la mayoría del mejillón que sale de las bateas no está en el Consello Regulador.

A este respecto, la industria se remite a los datos oficiales de la Consellería do Mar, según los cuales en 2017 el Consello Regulador solo certificó el 16 por ciento del mejillón producido en Galicia. "Es decir, únicamente 42,5 millones de kilos han sido DOP en 2017 de un total de 267 millones de kilos producidos en Galicia".

Así las cosas, Anfaco plantea que la mayoría de las conserveras tienen derecho a poner en sus etiquetas y envases menciones a Galicia o las rías porque trabajan "con productos gallegos, elaborados con materia prima gallega demostrada por su trazabilidad". Según estimaciones de la industria, si el Consello Regulador fuerza las restricciones en el etiquetado para restringirlo a los productos certificados con la denominación de origen (DOP), quedaría fuera el 84 por ciento de la producción de las conserveras, pese a ser mejillón autóctono.

Además, Anfaco hace defensa de la materia prima gallega, y recuerda que el sector bateeiro empezó a desarrollarse con fuerza en la década de los 40 del siglo pasado, cuando terminada la Guerra Civil se produjo una merma de las capturas de sardina, "y se valoró el cultivo de mejillón con carácter estable gracias a la demanda existente". Un proceso que en la década de los 70 ya había situado a Galicia como primera potencia española en producción de mejillón, con un centenar de conserveras que lo transforman y enlatan.