En Meaño, que uno de los concellos donde la música ha sido y es una de las señas de identidad en el último medio siglo, la celebración de Santa Cecilia está cayendo en declive hasta el punto de amenazar con abandonar la tradición. Y ocurre en un Meaño que cuenta con una banda de música que ha conseguido preciados galardones en el ámbito gallego e incluso internacional, y que se ha convertido hoy en toda una referencia. A la Unión Musical de Meaño se suman hoy cinco coros, el grupo de acordeones Rías Baixas, la escuela municipal de música con 170 alumnos y, en su seno, dos coros escolares más dos bandas de música, que son la infantil y juvenil. Y un municipio que es además el segundo que, después de la Pontevedra, más alumnos aporta al conservatorio Manuel Quiroga de la Ciudad del Lérez.
Pese a ello, Santa Cecilia, patrona de los músicos y cuya celebración Meaño asumió en los años 80, está quedando relegada hasta el extremo, dejándola hoy al borde de la desaparición. Mismo este año, a la misa en honor a la santa -que propiamente se celebraba el día 22- y que se oficiará mañana a las 13,15 horas en la iglesia parroquial de Meaño, sólo acudirá el coro parroquial San Xoán. La banda Unión Musical de Meaño había dejado de concurrir al oficio religioso en los últimos años y en este 2018 será el grupo de acordeones Rías Baixas el que hará lo propio.
Pablo Dovalo, promotor y director de este grupo de acordeones, explica la situación creada: "Rías Baixas lo integramos dos acordeonista de Meaño, más otros de O Grove, Cambados o Ribadumia, pero ninguno se anima ya a venir a tocar en la misa de Meaño, porque la celebración está languideciendo y los acordeonistas que son de otros concellos prefieren celebrar a Santa Cecilia en sus respectivos municipios, rodeados de otros músicos y agrupaciones". Pablo Dovalo apela al papel de banda de música para retomar la celebración de Santa Cecilia: "la banda de Meaño -agrega- promovió en su día esta fiesta haciendo causa común para comprar la imagen de la santa, pero hoy, incomprensiblemente, lo ha dejado de lado". "Socialmente -añade- no es buen síntoma, e incluso algunas personas vinculadas a la música, y que eran socios, desencantados por la posición de la banda con la fiesta de Santa Cecilia, se han dado de baja en la sociedad de la Unión Musical de Meaño".
La imagen de Santa Cecilia fue comprada a mediados de los años 80 para iglesia de Meaño, cuya adquisición fuera financiada por banda y coro. Aquella talla fue renovada más tarde por otra, por cuanto la primera había sufrido un desperfecto en una mano, lo que relegó su ubicación al local de ensayos del coro en la rectoral de Meaño. Fue desde mediados de esa década que la banda participaba en la celebración ofreciendo un pasacalles desde la Praza da Feira hasta la iglesia parroquial, asistiendo a la misa y poniendo luego la nota musical en la procesión de posterior. El año 2013 fue el último que contó con participación de la banda. Así pues, este 2018 será el quinto año consecutivo en que no acude la banda de música. El motivo, la creciente secularización de la formación cuyos componentes apenas sí entraban en la iglesia para participar en el oficio religioso, lo que acabó llevando a la banda a la decisión de no seguir participando en el evento.
Preguntado sobre el particular, el presidente de la asociación Unión Musical de Meaño, Óscar Rial, apunta que "esa decisión responde a la voluntad expresada en su día por los músicos, si bien a mí, personalmente, sí me gustaría que la banda concurriese a la misa de Santa Cecilia. Quizás cabría dejar la puerta abierta a plantearse si los músicos se animarían e participar de nuevo en la misa en años venideros".
La celebración de Santa Cecilia, por parte de la banda, se limita a un concierto anual -este año lo hicieron coincidir con el concierto con Serafín Zubiri el pasado fin de semana-, y una cena que se pospone para el 1 de diciembre.
