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Los vecinos de San Roque do Monte tienen permiso de Patrimonio para cerrar su finca

El Concello de Vilanova negó su autorización, circunstancia que les ha obligado a recurrir esa decisión -Aseguran que los maceteros son ornamentales y no infringen ninguna Ley

Parcela de San Roque do Monte por la que se ha desatado la polémica. // Noé Parga

Los propietarios del polémico cierre con maceteros de San Roque do Monte, en la parroquia vilanovesa de San Miguel de Deiro, salieron ayer al paso de la polémica que se ha generado y puntualizan que esos elementos que se encuentran en una finca que es de su propiedad, por sentencia judicial, son elementos ornamentales que "no trascienden el ámbito de la Ley como apuntan desde el Concello de Vilanova". Estos elementos, aseguran, tampoco son un estorbo para nadie, ya que pueden pasar vehículos entre ellos y no son permanentes".

Es más, los propietarios recuerdan que la Xunta de Galicia, a través de la Delegación Provincial de Pontevedra, en su expediente 972/12 "nos ha autorizado a la instalación de un cierre con bolardos sobre ese terreno, pero fue el Concello el que lo denegó, una cuestión que se encuentra recurrida" y que acabará en los tribunales. Jaime de Sousa, el propietario de la parcela insiste en que ese terreno es propiedad de su familia desde hace más de 200 años, algo que no solo reconocen los documentos de titularidad, sino que también ha sido ratificado por los tribunales de Justicia, tanto en primera instancia como en la Audiencia Provincial.

En esa sentencia que esgrime el titular de la parcela se señala que "la finca es de la exclusiva propiedad de la demandante, sin que el Ayuntamiento demandado tenga derecho alguno sobre la misma", e incluso, va mucho más allá, ya que emplaza al Concello a "respetar la propiedad de la demandante, su pleno dominio sobre la finca y abstenerse de ejercitar cualquier acción tendente a inquietar, negar o de cualquier manera menoscabar el pleno dominio y posesión sobre el terreno".

Una de las cuestiones que Sousa quiere clarificar es la situación del cruceiro que se encuentra en las inmediaciones de ese terreno. "Ese bien patrimonial está fuera de los 171 metros cuadrados de lo que los tribunales han declarado como de nuestra propiedad, por lo que no tiene sentido que se incluya en esta polémica", señala.

La familia insiste en que "siempre se ha colaborado para la mejora del entorno y la parroquia, cediendo de forma gratuita, el 14 de febrero de 1977, el terreno conocido como campo de la fiesta, o bien, firmando con el Concello, en febrero de 2010, un convenio para la tala de eucaliptos que permitió la remodelación del citado espacio que, por cierto, se realizó sin la pertinente autorización de Patrimonio".

Por último, la familia también quiere dejar claro que siempre han intentado alcanzar un acuerdo con el Concello para lograr una solución que permita el acceso a esa propiedad, así como preservar el terreno, evitando el deterioro que provoca el frecuente uso de vehículos y maquinaria que allí estaciona. Los intentos de contacto con la administración municipal recibieron la callada por respuesta, ya que nunca se recibió una contestación al respecto, aseguran.

Lo único que han recibido en estos últimos años son "las manifestaciones del alcalde con respecto a esta parcela en los medios, unas declaraciones que lo único que hacen es inquietar o menoscabar el pleno dominio de nuestra propiedad, obviando lo que dice claramente la sentencia y provocando un importante malestar entre vecinos".

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