El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, envió ayer un ultimátum a los propietarios de parte del campo de la fiesta de San Roque do Monte, en la parroquia de San Miguel, en la que les emplaza a retirar, en el plazo de 24 horas, los maceteros de cierre que han instalado en la parcela. El regidor aseguró que ese cierre es "manifiestamente ilegal, y lo han hecho a sabiendas, ya que la licencia para hacerlo les fue denegada, tanto por nosotros como por patrimonio, y ellos continuaron adelante".

Advierte, además, que en caso de que no lo retiren los vecinos, el Concello está dispuesto a hacerlo, con cargo subsidiario a los propietarios. Esta medidas le fueron comunicadas esta semana a un grupo de vecinos de San Roque do Monte que se reunieron con Durán, preocupados por lo que está ocurriendo, ya que esa parcela que se ha querido cerrar siempre ha sido utilizada como estacionamiento y como parte del recinto de la fiesta.

"Existe un importante malestar vecinal por la actitud que han tenido los propietarios, provocando una crispación muy importante", aseguraba ayer Durán. El regidor no niega que los propietarios de esa parcela cuentan con el respaldo de la justicia, que les dio la razón en el pleito que mantuvieron con el Concello, pero "no pueden hacer lo que hicieron, saltándose la Ley a la torera, y eso no vamos a consentirlo". Es más, el alcalde vilanovés reconoce que "estamos dispuestos a expropiar el terreno, porque es algo que nos piden todos los vecinos de la zona, que quieren que sea terreno público; lo estudiaremos y veremos como podemos hacerlo".

En la parcela en disputa también se encuentra un cruceiro protegido por Patrimonio, que tanto el Concello como los vecinos temen que se quieran apropiar de él los propietarios. La parcela es utilizada de forma habitual como estacionamiento en las inmediaciones de la pequeña capilla de San Roque do Monte, siendo utilizada como parte del campo de la fiesta durante los primeros días de septiembre, cuando se celebran las fiestas locales, conocidas por la famosa Carreira de Burras.

El enfrentamiento judicial entre el Concello y los propietarios de ese terreno no es precisamente nuevo. Es más, se remonta a hace más de un siglo, ya que el primer pleito entre ambos fue en 1884, tal y como apuntaba ayer Durán, citando como fuente los datos recogidos por Xosé Lois Vila Fariña. El mismo también fue objetivo de los propietarios, ya que "me llegaron a denunciar por la vía penal, aunque lógicamente, el caso acabó siendo archivado".