El lunes comienza la campaña del centollo en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Esto supone que muy pronto podrán depositarse en el agua alrededor de 4.000 kilómetros de "miños", ya que esa es la cifra aproximada de aparejo que están autorizados a emplear los alrededor de novecientos barcos gallegos con capacidad para capturar este apreciado crustáceo.
En puertos como el de O Grove, el más importante de Galicia para esta especie, armadores y tripulantes trabajan ayer a pleno rendimiento para preparar tanto los barcos como los "miños" que el domingo empezarán a largar.
Como se indicó en otras ocasiones, con esos 4.000 kilómetros de "miños" legales podrían unirse en línea recta Vigo con Moscú o Vilagarcía con Siria y Nigeria. Solo en la provincia de Pontevedra hay medio millar de embarcaciones que pueden largar casi 2.000 kilómetros de red, que equivale a la distancia entre O Grove y las islas Azores y aún sobrarían miños para ir y volver desde Cambados a Barcelona.
Pero para entender mejor la presión que soporta este recurso, que este año puede ser abundante -a pesar del furtivismo-, hay que tener en cuenta que además de las redes legales hay en el agua una ingente cantidad de aparejos empleados por los furtivos, cuyo número es imposible de determinar con fiabilidad. Incluso habría que sumar el papel de las redes fantasma, que perdidas o abandonadas en las rías y el Atlántico capturan sin descanso, e indiscriminadamente, todo tipo de presas.
El miércoles Gardacostas de Galicia recuperaba cuatro kilómetros de "miños" en el archipiélago de Sálvora. Pero es que ese mismo departamento se incautaba de otros diez kilómetros ilegales a principios de junio, la mitad también en aguas arousanas. El principal operativo se desarrollaba entonces en las inmediaciones de Corrubedo y Sálvora (Ribeira), con 4.500 metros de artes de enmalle recuperados en Arousa Norte y 250 más incautados en Arousa Sur, mientras que en la ría de Vigo los agentes interceptaban cien metros de "trasmallos" -un arte de pesca similar al "miño"-, en la Costa da Morte hacían lo propio con 800 metros de redes de enmalle y en Muros-Noia recuperaban 3.850 metros más.
Pero hay otros muchos ejemplos que poner, entre ellos el operativo desplegado a finales de febrero en Galicia, en aquella ocasión con otros cinco kilómetros de redes de enmalle y una tonelada de producto ilegal.
Habían sido 1.450 metros de artes de enmalle calados en aguas de Corrubedo, seiscientos metros en la ría de Vigo, quinientos metros en la de Pontevedra, 350 metros en Corcubión y 2.500 metros de artes de enmalle en la Costa da Morte.
