Tanto en los centros educativos de Arousa Norte -de Boiro, Ribeira, Rianxo y A Pobra- como en Arousa Sur, con el instituto As Bizocas -en San Vicente de O Grove- y Progreso de Catoira como primeros participantes, la comunidad educativa arousana se implica en un programa para concienciar a la sociedad, y especialmente a los más jóvenes, en pro de un futuro sostenible en la ría.

Es una iniciativa canalizada a través del Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (GALP) Ría de Arousa, y por tanto avalada por la Consellería do Mar y la Unión Europea, a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).

La biodiversidad y la basura marina, dos de los aspectos en los que más se ha incidido en los últimos días a través de FARO, debido a acciones emprendidas por entidades como el Consello Regulador do Mexillón de Galicia o el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), protagonizan la hoja de ruta de este programa educativo que permite a los alumnos conocer más y mejor las principales amenazas a las que se enfrenta la ría. Y esto, en buena lógica, es tanto como decir que les permite familiarizarse con los riesgos que más pueden afectar a su futuro y al de sus hijos.

De lo que se trata, en síntesis, es de poner al alcance de los jóvenes arousanos las herramientas necesarias para poder labrarse un futuro de sostenibilidad medioambiental.

En este proyecto, lógicamente, cobran especial interés las acciones desplegadas para hacer frente a la gran amenaza de los mares y océanos, como es la creciente presencia de plásticos en sus aguas.

De ahí que se busque la sensibilización de los estudiantes arousanos frente a este problema, permitiéndoles comprobar por sí mismos cómo los organismos marinos filtradores acumulan en su organismo los microplásticos que están en el agua.

Es así como los adolescentes pueden entender realmente el grado de amenaza que constituyen esos residuos y de qué modo castigan tanto a la flora como a la fauna y, consecuentemente, también a la riqueza pesquera, marisquera y acuícola de la ría arousana.

No cabe duda de que esto les permite entender igualmente como afecta la basura marina a los consumidores. Es decir, a ellos mismos.

Estas sesiones informativas en los centros educativos se acompañan del manejo de diverso material audiovisual y una bolsa de la compra con productos de consumo habituales que permiten a los alumnos "visualizar la cantidad de plástico que se usa en los embalajes y la necesidad de evitar este tipo de envoltorios, optando por productos a granel o envasados con otros materiales", explican en el GALP.