La volandeira de la ría de Arousa ha dejado de ser un marisco de segunda división. Así lo creen al menos en el principal puerto arousano en lo que se refiere a este bivalvo, como es el de Cambados, donde ven como el interés de los hosteleros y los distribuidores de alimentación hacia esta prima de la zamburiña no deja de crecer. Un contexto favorable para las flotas del bou de vara y del rastro de zamburiña, que empiezan el lunes la campaña de este marisco.

Sobre el papel, los barcos ya podían haber salido ayer a extraer volandeira, pero las cofradías de Cambados y Rianxo llegaron al acuerdo de que lo mejor era esperar al lunes. El parón productivo del día de Todos los Santos, y el hecho de que las fábricas no compren volandeira los viernes -porque no trabajan el sábado- motivó que los pescadores considerasen que lo más lógico sería esperar al lunes.

No será hasta entonces cuando se conozca el número exacto de embarcaciones que saldrán a faenar. Lo que sí se puede concretar es que en la ría de Arousa hay cerca de un centenar de naves con permiso para emplear alguna de las artes que se utilizan para la extracción de la volandeira, aunque esto no quiere decir que vayan a salir todas.

Los puertos principales en esta especie son los de Cambados -donde hay unos 30 barcos con el bou de vara, y otros 20 con el rastro- y Rianxo, y se espera que los primeros días sí salgan a este recurso un número significativo de barcos. A medida que se levanten las vedas de otros productos, como ocurrirá desde el 11 con la centolla, la flota se diversificará, disminuyendo de ese modo también la presión pesquera sobre la volandeira.

35 kilos por marinero

En Cambados acordaron trabajar de lunes a jueves, y establecer el tope de captura en 35 kilos de volandeira por marinero y día. Asimismo, la flota ha decidido apostar un año más por el precio mínimo. En esta ocasión será de dos euros el kilo, de modo que en las subastas en las que la volandeira baje de esa cantidad, las pujas quedarán automáticamente suspendidas, y esos lotes quedarán convenientemente guardados para el día siguiente.

Una de las novedades de esta campaña es que también Rianxo aplicará el precio mínimo de dos euros. Se da la circunstancia de que en años anteriores se desmarcó de la apuesta de Cambados, por decisión de la asamblea del sector, dado que la directiva era partidaria de no vender volandeira por debajo de una determinada cantidad.

El precio mínimo en la lonja de Cambados ha ido variando en los últimos años. Así, pasó del euro y medio el kilo de zamburiña de las primeras campañas a los 1,80 euros el kilo de hace un año. Ahora, los pescadores cambadeses han decidido subirlo a dos euros, pues recuerdan que el coste de la vida ha crecido considerablemente en los últimos meses. Una subida que en el caso del combustible es especialmente dolorosa para ellos.

Otra razón por la que han decidido aumentar a dos euros es que el pasado año solo hubo que suspender un par de subastas al caer la cotización por debajo de los 1,80 euros. En Cambados entienden que esto se debe a que los compradores están cada día que pasa más interesados por la volandeira de la ría.

Así, la presencia de este marisco ha crecido también fuera de Galicia, y se está vendiendo muy bien en las comunidades de la cornisa Cantábrica. En Cambados, la pasada campaña, hubo lotes de volandeira por los que se llegaron a pagar casi 12 euros el kilo, una cifra impensable no hace muchos años.

Estadísticas

Los muestreos que se hacen en vísperas de las campañas son siempre orientativos. Los que se hicieron con la volandeira parecen indicar que hay cierta cantidad de marisco, pero en la flota no quieren caer en la euforia hasta que esos resultados se confirmen tras las primeras semanas de extracción.

En cualquier caso, la evolución de la volandeira en los últimos ejercicios es positiva. A mediados de década, las capturas se desplomaron de tal forma que en Cambados llegaron a suspender las jornadas de exaltación de la volandeira que había empezado a organizar la hostelería local. La situación mejoró algo entre el otoño de 2016 y el invierno de 2017, con unas 90 toneladas de recurso descargadas en Tragove. La pasada campaña se confirmó dicho aumento, llegándose a las 101 toneladas.