El puente que une Pontevedra y A Coruña entre las localidades de Catoira y Rianxo presenta importantes carencias estructurales desde hace muchos años. Es competencia de las Diputaciones de ambas provincias, que llevan un tiempo reclamando a la Xunta que se haga cargo del viaducto asumiendo su titularidad. Pero lejos de conseguirlo se encuentran ahora con un requerimiento del Parlamento de Galicia, presentado a modo de proposición no de ley defendida por el grupo del PP, en el que se insta a los entes provinciales a garantizar el buen estado de este puente que atraviesa el río Ulla a la altura de las Torres do Oeste.

Farolas rotas, puntos de luz que no funcionan, otros que permanecen encendidos de día y de noche, recurrentes problemas con el asfalto y las juntas de dilatación o deterioro de la pérgola de madera y de las vallas de protección lateral son algunas de las carencias detectadas en esta concurrida infraestructura.

Vía preferente para todos los vehículos de Barbanza (Arousa Norte) que circulan hacia O Salnés (Arousa Sur), la autopista y ciudades como Pontevedra y Vigo, este puente interprovincial requiere "un profundo análisis estructural y que se ejecuten las obras que del mismo se deriven, con el compromiso de establecer un calendario de inspecciones periódicas en el futuro".

Eso plantea el PP a través de su diputada Maribel Novo, quien exige que se garantice la seguridad de conductores, peatones y ciclistas, así como la calidad del propio puente. Y de ello, insiste, deben hacerse cargo las dos Diputaciones.