El sindicato CESM-Omega ha vuelto a salir a la palestra para reivindicar los perjuicios que está generando en la dinámica médica diaria el cierre de la tercera planta del Hospital do Salnés.

Ramón Barreiro, portavoz de este colectivo, se refirió a dos casos producidos el pasado fin de semana relativos sendos pacientes con el ingreso efectuado en Medicina Interna, que tuvieron que pasar 24 y 48 horas respectivamente en los boxes de Urgencias debido a la saturación de las habitaciones de las dos plantas disponibles actualmente tras la decisión de cerrar la tercera planta.

En la misma línea, el sindicato alertó de la necesidad de que el Hospital do Salnés haga uso de todas sus potencialidades ahora que la bajada de temperaturas irá acompañada de una mayor aparición de ingresos respecto a la temporada estival.

El propio Ramón Barreiro quiso dejar claro que el hecho de que el centro de Ande está funcionando a su capacidad real va en menoscabo de la atención de los pacientes. "Las habitaciones de aislamiento son las que están en la tercera planta y si no se utilizan significa que el tratamiento al paciente no se hace en las mejores condiciones que puede dotar el hospital".

En el mismo sentido se refirió el portavoz sindical a la situación de los pacientes en tratamiento paliativo, "son los que están en unas condiciones más frágiles y para ello se construyó una tercera planta que está siendo inutilizada pese a la demanda de habitaciones".

La denuncia planteada por CESM-Omega va en contra de las razones argumentadas para mantener el cierre de la tercera planta por parte del gerente ejecutivo del Hospital do Salnés, Antonio Martínez Calvo. Él mismo señaló hace escasas fechas que "está disponible y en cualquier momento que necesitemos, desde el punto de vista asistencial no hay problema para abrirla. Estamos teniendo una ocupación que nos permite tenerla cerrada, pero si hace falta se puede abrir. Ahora tenemos camas suficientes para atender la ocupación que nos demandan".