Cuatro fueron los profesores vivos de aquella primera promoción de nueve alumnos que obtenía la EGB, que se daban cita el viernes. Ellos, Eduardo Seco, que había ejercido durante décadas como profesor de lenguas, Ángel Alfonso, natural de la localidad meañesa de Cobas y que impartía Lengua y Francés, Elvira Graña y Rosa Fernández. Los cuatro hicieron gala de un excelente estado físico y buena agilidad mental, pese a los años de una docencia que habían aparcado hace más de una década. Eduardo Seco reconocía el éxito de la iniciativa: "el celebrar este tipo de fechas -afirmaba-, no con una macro-fiesta, sino con una serie de eventos a lo largo del curso, hacen que los niños se vayan sintiendo más partícipes".

Primero, al filo del mediodía, visitaban las instalaciones remozadas del que durante años había sido su centro de cabecera. "Esto es un colegio tuneado -comentaba con sorna Ángel Alfonso que impartiera clases en Dena hasta 1979 para acabar luego su carrera en Barro-, remodelado con muy buen gusto, y con unas instalaciones magníficas". Luego, tras la visita también a la exposición del aula de época, que llegaba merced al Museo Pedagóxico de Galicia (MUPEGA), a los maestros le tocó tirar de agilidad -y humor- en el encuentro con los alumnos, sometiéndose a las preguntas de los niños de sexto de Primaria en el salón de actos: las asignaturas que impartían, el número de alumnos por aula, los castigos de entonces? Y aunque el encuentro se prolongó hasta su salida, minutos antes de las 14 horas, sí continuó la tertulia informal con los profesores de hoy, apasionante por momentos, que se fue dilatando hasta al filo de las 15,30 horas.

Ángel Alfonso recordaba como el colegio de Coirón había sido una referencia en sus inicios: "cuando llegué aquí con 26 años en 1971 Dena se convertía en un colegio piloto que, junto con otros cuatro en la provincia, inició un proyecto experimental que era el de impartir por primera vez la segunda etapa de la EGB, esto es, el sexto curso, al que luego seguiría séptimo y octavo". "Para aquel proyecto de 1971, en un colegio que dirigía Lourdes Reboiras, con Dorita Riestra como inspectora, carecíamos de libros, porque no se había editado alguno aún para el sexto curso, por lo que tuvimos que tirar de multicopista, fotocopias y demás para trabajar a partir de libros del primer curso del que fuera Bachillerato Elemental".

Eduardo Seco, que había llegado con 24 años a la docencia en Dena, rememoraba su llegada al centro: "este era primer colegio de la zona, y fue absorbiendo a los alumnos de las unitarias que había en A Chanca, en Xil, en Meaño? y que así fueron desapareciendo". "Además -agrega- el centro, que fue creciendo en alumnos, contaba con un comedor escolar que cumplía una función añadida: el garantizar la presencia de alumnos en jornada de mañana y tarde en el colegio, a fin de evitar que el niños no se quedaran por la tarde en casa para ayudar en la finca".

Ángel Alfonso rememoraba como, a inicios de los años 70, con él como responsable del área deportiva, "las alumnas del colegio se proclamaran cuatro veces campeonas provinciales en categoría infantil, y subcampeonas del sector gallego al caer en Lugo ante un equipo de allí por tan sólo un punto". Lamentaba a la par que el deporte escolar haya abandonado hoy las competiciones entre colegios de la provincia y Galicia. Eduardo Seco lo secundaba: "aquel colegio se convirtió en un lugar donde se iba impulsando la creación equipos en deportes minoritarios entonces, como baloncesto, balonmano o voleibol, y competíamos con ellos los fines de semana en Vigo, A Estrada, Bandeira? Llevábamos a los niños en nuestros coches particulares, de forma que hoy sería visto como algo irresponsable, luego las excursiones? Todo eso fue generando un ambiente familiar entre alumnos y profesores que resultó verdaderamente entrañable".

Con la experiencia de una vida dedicada a la docencia Ángel Alfonso analiza los cambios de hoy: "es cierto que las aulas se han vuelto más conflictivas en los últimos años, el alumno está más disperso porque tiene tantos frentes abiertos, que no es capaz de atender: profesores diferentes para cada área, televisión, ordenador? ¡y ahora el móvil!. Todo esto hace que fijar la atención a los estudios se complique".

Los dos coincidían en no haber echado en falta la docencia cuando hace algo más de una década accedieron a la jubilación: "En realidad yo me lo pasé muy bien con los alumnos -apuntaba Eduardo Seco, a quien éstos recordaban por su sentido del humor-, pero cuando me jubilé seguí ligado de alguna forma a la enseñanza porque continué trabajando en la elaboración de libros de texto con Xerais, SM, Galaxia?, un trabajo en equipo que siempre me había cautivado". Ángel Alfonso admitía que "sentí cierta añoranza de haber trabajado todo ese tiempo y con tanta honradez, pero, la verdad, nunca tuve mono de aula. Recuerdo que al colegio de Dena sólo volví en dos ocasiones, y las dos para obtener certificados para cursos. Desde entonces no lo hice más, hasta este entrañable reencuentro".

Para noviembre se anuncian los nuevos actos que enmarcan esta celebración. Así, el día 9 será la alcaldesa Lourdes Ucha la que departirá con los alumnos rememorando su formación en la EGB en este colegio -la cual finalizó en como primera promoción del colegio de As Covas cuando éste abría sus puertas en 1982-, encuentro cuyo protagonismo en la entrevista será para los alumnos de 5º curso. Luego el 16 de noviembre se celebrará un magosto con presencia del grupo de gaitas Penaguda de Dena, asociación cuyo origen estuvo también vinculado al propio colegio de Coirón, donde también se formaron las dirigentes de la asociación de mulleres rurais "A Telleira", que comprometerán una jornada para mostrar a los niños su trabajo de encaje de bolillos y cestería.

Las jornadas 23 y 24 de noviembre serán los días grandes de la celebración. El viernes 23 se cerrará la "cápsula del tiempo" que albergará en su interior una serie de recuerdos del colegio actual que decidan los alumnos legar al futuro, para que puedan verlo en un futuro lejano, y que a buen seguro incluirá un documental, con imágenes y entrevistas que visionarán la comunidad escolar justo antes de ser depositada en su interior. A la par entonarán una canción conmemorativa y se apagarán las 50 velas del de las bodas de oro que se cumplen justo ese día 23. Y para la jornada del 24 está se ha programada una fiesta con paella popular, juegos, fotocall, y música para festejar por lo algo la bodas de oro del centro, cuyo colofón será esconder a buen recaudo la "cápsula del tiempo", una peculiar alforja legada para las generaciones futuras futuro, que sean testimonio del CEIP de 2018.