Los vecinos de O Grove, y los arousanos en general, están familiarizados con las misiones de carácter científico que se desarrollan a la Antártida porque cada año se entrenan en aguas mecas los militares españoles que durante el verano austral se desplazan a la isla Decepción como apoyo a la comunidad científica internacional. Pero el jueves que viene podrán saber mucho más al respecto, ya que la carpa auditorio de O Corgo acoge una conferencia de Javier Babé, capitán de la frágil goleta de tres palos "Idus de Marzo", que el 15 de diciembre de 1982 zarpó del puerto asturiano de Candás para realizar la que iba a ser la primera expedición española en el continente helado.

Este viejo lobo de mar va a desvelar muchos de los secretos de aquella larga y dura travesía realizada por una veintena de tripulantes cuyo objetivo era que un español pisara por primera vez la Antártida.

Fueron seis duros meses de viaje que casi cuatro décadas después revivirá Javier Babé ante los grovenses y cuantos quieran acercarse a su conferencia, donde explicará cómo aquella expedición marcó su vida para siempre.

Ayer el propio Babé avanzaba a FARO DE VIGO algunos de los ejes sobre los que girará su intervención en la villa meca, empezando por destacar que en 1983 "la Antártida era algo muy alejado del conocimiento o interés del gran publico".

Y lo que él y sus compañeros protagonizaron fue "una expedición que puede considerarse como excepcional y única por varias razones, entre ellas que se trataba de la primera en España y que se hizo a bordo de un barco de vela".

Igual de destacado resultó que "no era una iniciativa gubernamental, sino exclusivamente privada, por lo que no costó ni una sola peseta al erario público".

En realidad estuvo "organizada y costeada por la Asociación España en la Antártida, con el objetivo primordial de promocionar el conocimiento del continente helado y así fomentar el estímulo de la Administración para involucrarse en futuros proyectos antárticos que asentasen la presencia de España en el Tratado Antártico", relata el capitán del "Idus de Marzo".

Recuerda también que "paralelamente se desarrolló un proyecto científico a cargo del Instituto Español de Oceanografía (IEO), y que si bien era de una reconocida modestia, debido a las limitaciones propias del barco, fue aprobado por el Comité Científico del Tratado como válido para adquirir el rango de Miembro Consultivo, ya que España solo era Miembro Adherente, y por tanto sin derecho a voto".

Por ello, y por la repercusión mediática que alcanzó a nivel mundial aquella proeza, considera el capitán que "el objetivo principal de la expedición se consiguió sobradamente".

Y además "supuso el pistoletazo de salida para el Proyecto Antártico Español (PAE), que culminó con la construcción del buque oceanográfico polar 'Hespérides' y la instalación de las bases antárticas españolas" a las que ahora viajan los soldados que anualmente se entrenan en O Grove.