La Policía Local de A Illa ha puesto en marcha una campaña de control del uso del cinturón de seguridad, un elemento de uso obligatorio que no acostumbra a ser cumplido por muchos vecinos del municipio cuando se desplazan en su interior. Durante los últimos días, los agentes han estado realizando controles en las avenidas de A Ponte y Castelao, localizando a 18 conductores que circulaban sin este elemento obligatorio. De esos 18 conductores sorprendidos sin el cinturón de seguridad, 13 fueron sancionados por la Policía Local el pasado jueves en un control realizado en la avenida Castelao.

Todos ellos se enfrentan a la pérdida de tres puntos del carné de conducir y a una sanción económica de 200 euros, 100 por pronto pago, aunque la Dirección General de Tráfico trabaja en endurecer las sanciones para aquellos que incumplan la normativa.

El edil de Seguridade Cidadá de A Illa, Luis Arosa, reconocía ayer que "nos hemos unido a la campaña que impulsa la Dirección General de Tráfico al entender que el uso del cinturón es fundamental para salvar vidas". Arosa reconoce que no va a ser la última, ya que se van a mantener los controles en el futuro para evitar que "se circule sin cinturón por las calles del municipio".

Esta campaña se ha sumado a la que se desarrolló en el mes de septiembre sobre el uso de dispositivos tecnológicos al volante, también impulsada por la Dirección General de Tráfico en la que colaboraron los agentes de la Policía Local de A Illa.

Durante esa campaña, los agentes llegaron a sorprender a un madrileño que conducía por el casco urbano del municipio sin cinturón y leyendo una guía turística de A Illa. El madrileño se llevó un bonito recuerdo del municipio en forma de sanción económica y seis puntos del carné retirados.

Por otra parte, la empresa que realizó las obras de la avenida da Ponte, finalizó ayer la señalización de todo el vial tras más de un mes sin pintar. Los operarios recuperaron toda la señalización horizontal, sobre todo, los pasos de peatones, en uno de los cuales, se registró un atropello grave. Las obras, financiadas por la Diputación de Pontevedra, comenzaron el pasado mes de septiembre y consistieron en la sustitución de gran parte de la capa de rodadura de ese vial. Sin embargo, el vial estuvo durante muchas semanas sin pintar, lo que llevó a quejas veicnales y del Partido Popular, alertando de la peligrosidad de la situación.