La Festa do Albariño podría ser considerada hoy como la feria del vino más importante de España. Pero en sus orígenes fue un evento privado.

Nació como un reto entre dos personas de la burguesía cambadesa, y la primera edición tuvo lugar el último fin de semana de agosto -coincidiendo con la romería de A Pastora- en la finca que Ángel Botana, hijo político del poeta Ramón Cabanillas, tenía en la calle Hospital.

Asistieron medio centenar de personas a la merienda-cena, y había nueve vinos anotados en el concurso. Rodiño dio la sorpresa, al alzarse con la victoria, dejando helados a los dos grandes aspirantes.

Pero Zárate se desquitaría de ese primer disgusto, alzándose con el triunfo durante los tres años siguientes. En todos ellos, los caldos presentados por Quintanilla quedaron segundos.

La Festa do Albariño empezó a crecer de tal manera que entre finales de los 50 y principios de los 60 se hizo pública y se pasó al primer fin de semana de agosto, pues a finales de mes solía hacer mal tiempo.

En 1977 celebró sus Bodas de Plata con la designación de Interés Turístico, y en 1990 recibió el título de Interés Turístico Nacional. Desde entonces siguió creciendo, y por ella pasaron cientos de primeras espadas de la política, la cultura y la música.