Este año no hay tanta gente llamando a las puertas de las bodegas para trabajar en la vendimia como en veranos pasados. La mejoría de la situación económica general, con el consecuente descenso del paro, y la coincidencia de la cosecha con el arranque del curso escolar son dos factores que han jugado en contra de las bodegas, que han tenido más problemas de los esperados para formar sus cuadrillas de trabajadores. El Pazo de Rubiáns era una de las empresas que estaba en esta situación, pero tras hacer pública su preocupación en FARO el problema se enmendó. "En semana y poco completamos el cupo de trabajadores". En las comarcas vitícolas del sur de la provincia los problemas han sido todavía mayores, pues las bodegas se han encontrado con la competencia de las empresas de automoción instaladas en el Norte de Portugal, que en muchos casos se han nutrido de gente que años atrás acudía a vendimiar.

Emilio Rodríguez, de Terras Gauda, plantea que "el ir justo de personal provocará que las bodegas tengan que prolongar la vendimia uno o dos días. Eso no tiene por qué ser grave. Pero si entra una borrasca y se pone a llover mucho tiempo, sí que será un problema".

Inicio de la cosecha

La vendimia ya ha arrancado para las bodegas que hacen espumoso. Lagar de Besada (Meaño), lo hizo el sábado en Xil, y Mar de Frades estuvo recogiendo ayer en Rivadulla, al sur de la provincia de A Coruña.

La mayoría de las bodegas consultadas por FARO prevén iniciar los trabajos a partir del lunes próximo (día 17), pero son varias las que ya se lo están pensando para mañana miércoles.