Las cofradías de la ría siguen empleándose a fondo para combatir la invasión de algas. En la agrupación de marisqueo a pie de Vilaxoán (Vilagarcía) renunciaron ayer al trabajo extractivo, y en lugar de obtener almeja que podrían colocar fácilmente en el mercado, aprovechando el tirón en la demanda derivado de la gran afluencia turística y de las jornadas festivas de hoy y mañana, prefirieron emplear su tiempo en retirar ese manto vegetal que asfixia sus bivalvos y la concha del producto ya muerto.

Las pérdidas ya son cuantiosas; en muchos casos irreparables, tal y como se ha explicado en días pasados. Pero se trata de evitar que el "estiércol" y/o "limo", que es como se conoce a esta masa marina, siga arruinando su producción.

Ya se indicó también que se han visto afectadas especies como la almeja, el berberecho, la navaja y el longueirón en diferentes bancos marisqueros arousanos, y limpiezas como la de ayer han servido para constatarlo, a tenor de la gran cantidad de concha acumulada.

En el caso concreto de las autorizaciones marisqueras vilaxoanesas zonas como Corón y As Sinas figuran entre las más castigadas, y fue precisamente ahí donde las mariscadoras centraron ayer la limpieza. El problema es que la temperatura del agua sigue alta, y eso tampoco ayuda, pues constituye un problema en sí mismo, capaz por sí solo de matar el marisco. Pero además propicia el desarrollo de las algas, de ahí la necesidad de evitar su expansión.