El asentamiento de la avispa asiática en Vilagarcía tiene desbordado de trabajo al Servizo Municipal de Emerxencias. Así, los accidentes de tráfico o la recogida de animales en las carreteras han dejado de ser las intervenciones más numerosas de la agrupación, desbancadas por la retirada de nidos de velutina, un cometido que ya acapara el 80% de la actividad total del servicio, según calcula el responsable del mismo, Francisco Javier Guillán Busto. "Desde el mes de abril eliminamos nidos todos los días y tenemos lista de espera. Los valoramos por el día y los retiramos por la noche", comenta Busto.

A la hora de eliminar los nidos, se establecen prioridades, como por ejemplo si en el lugar viven personas alérgicas. En ese caso, la actuación de los efectivos es urgente. El responsable de Emerxencias asegura que a diferencia del año pasado, en lo que va de 2018 no le consta ninguna picadura de velutina en la capital arousana.

El calor propicia la reproducción de esta especie invasora, por lo que actualmente "estamos en una época fuerte" en lo que a nidificación se refiere. No obstante Francisco Javier Guillán Busto señala que las alertas vecinales por presencia de velutina han comenzado más tarde que en 2017, un año "muy caluroso", apostilla.

Así, mientras que el año pasado los empleados del Servizo Municipal de Emerxencias ya comenzaron a eliminar nidos en febrero, en el actual ejercicio arrancaron hasta abril. Y desde entonces no han parado, logrando eliminar un total de 93 asentamientos de avispas asiáticas. "Suelen ser nidos primarios que están al alcance, como mucho en un tejado. Ahora están empezando a hacer los secundarios, habitualmente a alturas importantes, aunque muchos de ellos se verán en otoño, cuando comiencen la época de caída de la hoja en los árboles", explica Busto.

Las zonas más afectadas en Vilagarcía por la presencia de este insecto se sitúan en el rural, que "es donde tienen más comida", indica el responsable de Emerxencias. Entre esos lugares se encuentran las parroquias de Bamio, Cea y Cornazo.

Vilagarcía es concello colaborador en la retirada de nidos de avispa asiática, y para llevar a cabo esos trabajos cuenta con siete trajes de protección diseñados específicamente para combatir la velutina. En ellos se enfundan los trabajadores del Servizo Municipal de Emerxencias, plantilla formada por quince personas. Si sumamos los voluntarios de Protección Civil (actualmente 43), Guillán Busto tiene a sus órdenes a cerca de 60 efectivos.

Busto aclara que los avisos por velutina no se incluyen en el balance que ofrece el 112 sobre la actividad de las agrupaciones de Emerxencias y Protección Civil porque se gestionan a través del 012.

Después de la eliminación de las avispas asiáticas del rural vilagarciano, la siguiente intervención más común por parte de los efectivos de Emerxencias es la recogida de animales sueltos o abandonados de las carreteras. Prueba de ello es que en un solo mes han llegado a recibir 47 avisos de este tipo (sin ir más lejos, el pasado mes de junio), lo que se traduce en más de uno al día. Las protectoras ya vienen alertando desde hace varios años del aumento de abandonos de mascotas, sobre todo a las puertas del verano. Y cada vez la situación es más grave y preocupante. Y todo por culpa de personas irresponsables e incívicas.

El tercer lugar de la lista lo ocupan los siniestros de tráfico. Guillán Busto sostiene que el número de accidentes en Vilagarcía "se sitúa en niveles similares a los de años anteriores", aunque admite que en 2018 "ha habido algún fallecido en vías urbanas". Ejemplo de ello es el motorista de A Lama de 38 años que murió en abril en una colisión contra un coche en Agustín Romero o el siniestro ocurrido hace apenas una semana en la subida a Lobeira en el que un vecino de Meis de 64 años resultó gravemente herido y falleció a los pocos días en el Hospital. También iba en moto.