Diez días después del cierre de la tercera planta del Hospital do Salnés, los problemas de ingreso de pacientes se agudizan, pero la gerencia de la EOXI mantiene su plan de limitación de camas por vacaciones estivales, a pesar del compromiso de que podrían utilizarse en caso de una alta demanda asistencial. Ayer en el centro hospitalario había tres pacientes a la espera de una cama y otro más que necesitaba aislamiento. La junta de personal del centro sanitario ubicado en Rubiáns, Vilagarcía, denuncia la situación.

Los representantes de los trabajadores exigen a la gerencia el cumplimiento del compromiso de reapertura de la tercera planta de hospitalización para atender en las debidas condiciones a los pacientes que necesitan ingreso hospitalario. Recuerdan que entre los días 28 y 29 de junio se reubicaron a los pacientes en las otras dos plantas y que ya el día primero de julio había justificación para reabrir la tercera planta.

Los delegados sindicales se preguntan dónde está la palabra de la gerencia que les dijo que no se ponía fecha para la reapertura de la tercera planta porque las camas estaban listas para ser utilizadas en el momento en que hubiese necesidad. Pero ya se han producido muchos casos durante estos días y O Salnés continúa con la limitación de camas.

Los miembros de la junta de personal también señalan que hubo presiones a médicos interinos para que aceleren las altas de pacientes. Los profesionales entienden que solo debe primar el criterio médico para enviar a los ingresados a casa, porque si dan de alta al usuario antes de tiempo, lo más seguro es que al día siguiente vuelva a entrar por urgencias en peores condiciones.

Durante la jornada de ayer hubo tres personas pendientes de que se diera el alta a algún ingresado para poder ocupar una cama en la planta de hospitalización. Esto obligó a los usuarios a estar más tiempo del que corresponde en el área de observación de urgencias. Pero el caso más sorprendente fue el del paciente que necesitaba estar en aislamiento y que continuaba a media tarde a la espera de que hubiese una habitación disponible o ser derivado a Pontevedra. El caso es que, mientras esperaba, según denunciaron, continuaba compartiendo habitación.

El problema de las habitaciones de aislamiento es que las habilitadas para esta función están ubicadas en la tercera planta del Hospital Comarcal do Salnés y, al cerrar éstas, se tienen que adaptar otras que no están preparadas para este cometido.

En la tercera planta también hay unas habitaciones para el servicio de paliativos que también quedan inutilizadas y los pacientes terminales acaban compartiendo habitación con otros ingresados por una enfermedad o una cirugía. Se da el caso de que en una misma planta estén ingresados pacientes con todo tipo de patologías e incluso de obstetricia.

En relación con esta última especialidad, la pasada semana se denunció una orden verbal a las matronas para derivar al Complejo Hospitalario de Pontevedra a mujeres a punto de parir.

Otra cuestión que denuncian los delegados sindicales es el problema de las listas de contratación que cada vez tienen menos profesionales como consecuencia del sistema que utiliza el área sanitaria para llamarlos al trabajo: hasta media hora antes de comenzar el turno y muchas veces por media jornada o por un día.

En el Hospital Comarcal do Salnés se está recurriendo a profesionales de otras áreas a los que atraen con mejores contratos de sustitución, en tanto que los peores son para los que están en las listas de la zona. Así lo han puesto de manifiesto muchos de los profesionales afectados.